Si creíamos que Jennifer Lawrence había pasado suficientes ridículos al caerse en las últimas dos  ceremonias de entrega de los premios Óscar, eeeeeh, aún queda más.

Resulta que la joven actriz de 23 años confesó que durante la 86 entrega de los premio Óscar en que estuvo nominada como mejor actriz de reparto, pasó un bochorno peor al de caerse en plena alfombra rojo (hazaña que había ejecutado en la ceremonia anterior, pero al subir a la tarima a buscar un premio). Resulta que Lawrence se llevó a a su amiga de la infancia, Laura Simpson, y ambas se escaparon a darse unos traguitos.

Según contó la actriz en el programa Late Night with Seth Meyers, mientras ambas estaban en la barra, vieron allí a Brad Pitt y su amiga empezó a incitarla para que lo llamara. “Mi amiga me dijo que lo trajera. Yo le dije que no podía hacerlo y ella me respondió que sí. Así que grité: ‘Hey, Brad Pitt’. Vino. Olía maravilloso, a sándalo”, relató entre risas.

Luego, contó,  pese a que asegura que le da un poco ansiedad ver a mucha gente, se fue con su amiga a una fiesta privada de Guy Oseary y Madonna, y al parecer a Lawrence se le fue la mano con el alcohol... una vez más.  “Vomité en su entrada. Yo estaba tan mal, y cuando miró hacia atrás ahí estaba Miley Cyrus, diciendo ‘arréglate un poco’”, contó.

Lawrence ha dicho en tono de broma que una de las razones por las que se cae tanto es porque bebe demasiado antes de la ceremonia. En el pasado, además, le ha lanzado sus gestos groseros a paparazzus que la acechan a la salida de clubes nocturnos.