Fuera de que Donald Trump firme una orden ejecutiva que decrete la cancelación inmediata de la ceremonia –algo que no sería ajeno a nuestra nueva realidad-, La La Land se impondrá este próximo domingo con al menos 10 premios Oscar: película, director, actriz, banda sonora, vestuario, cinematografía, edición, canción, mezcla de sonido y diseño de producción. Que el aclamado musical empate el récord de Titanic y Ben-Hur, con once, dependerá de lo que ocurra en la categoría de mejor guión original, donde muy bien podría robarle la estatuilla al libreto que verdaderamente lo merece, Manchester by the Sea, de Kennth Lonergan, pero espero que ese sea uno de los pocos que pierda.

La única película que podría descarrilar el "chu-chu tren" del éxito que ha acompañado a la frívola producción desde su estreno en el Festival de Venecia en septiembre pasado, lo es Moonlight, el íntimo drama que abarca tres etapas en la vida de un hombre homosexual negro criado en Miami. Si a los miembros de la Academia les diera por llevar un mensaje con sus votos –y considerando el actual ambiente político estadounidense, ésta es una gran probabilidad-, podrían dividirse los premios de mejor película y director entre Moonlight y La La Land, respectivamente.

Sin embargo, a pesar de que Moonlight es una obra de la que emana un profundo sentido de empatía, amor y tolerancia, no es un filme con un “mensaje”, al menos no uno expresado de manera tan simple y burda como Hidden Figures, la clase de película de problemas sociales que va más a tono con los gustos de este gremio. La La Land, por el contrario, es una carta de amor a los soñadores que se atreven a ir a Hollywood persiguiendo el estrellato, y si hay algo que a la Academia le fascina más que los dramas del holocausto y los actores que se transforman físicamente, lo es celebrarse a sí misma. Moonlight tendrá que conformarse con el premio al mejor guión adaptado. Al menos su director y escritor, Barry Jenkins, tendrá chance de dar un discurso. 

Denzel Washington obtendrá su tercer Oscar por Fences. Mientras a principios de año Casey Affleck se vislumbraba como el favorito en la categoría de mejor actor, su película (Manchester by the Sea) ha ido lentamente desinflándose en la carrera. La actuación de Washington es la más obvia y rimbombante, mientras que la de Affleck –la mejor y más compleja en esta categoría- es prácticamente hermética. Un trabajo introspectivo que no llama la atención con grandilocuencias y golpes en el pecho como lo hace Washington. Me encantaría equivocarme.

Emma Stone será nombrada actriz del año por La La Land, esto a pesar de ser la cuarta mejor actuación en esa categoría por debajo de Ruth Negga (Loving), Natalie Portman (Jackie) y –especialmente- Isabelle Huppert (Elle). Concedo que la joven tuvo que dar la milla extra para crear algo con el menudo papel que Damien Chazelle escribió para ella, y el éxito del musical dependen en gran parte de su esfuerzo, pero lo que tuvo que hacer Huppert en Elle, con el personaje más complejo en todas las categorías de actuación, está en una liga aparte. Igual, Stone se llevará el calvito dorado para su casa y Huppert continuará siendo otra de esas leyendas del séptimo arte que la Academia tardó décadas en nominar.

Mahershala Ali (Moonlight) y Viola Davis (Fences) ganarán en las respectivas categorías de actuación de reparto. Nada que objetar aquí, pues ambos se lo merecen y son quizás las apuestas más seguras de la noche.

Damien Chazelle, a sus 32 años, se convertirá en el cineasta más joven en ganar el Oscar al mejor director, y aquí resulta difícil discutir lo contrario, porque La La Land quizá no sea más que una mona distracción, pero es una mona distracción expertamente dirigida.

Mejor película extranjera irá para The Salesman, y esto lo declaro sin haberla visto. El hecho de que su director, Asghar Farhadi, no pueda asistir a la ceremonia por las restricciones del gobierno de Trump, para bien o para mal, prácticamente le aseguraron la victoria.

Los fabulosos efectos especiales de The Jungle Book serán premiados, así como el maquillaje de Star Trek Beyond y la edición de sonido de Hacksaw Ridge. El Oscar al mejor documental se le entregará merecidamente a O.J.: Made in America (un trabajo cinematográfico superior a la mayoría de los nominados a mejor película) y el de mejor película animada volverá a ser obsequiado a una producción de Disney (Zootopia) por encima de una obra muy superior, Kubo and the Two Strings, pero esto ya es normal en esta categoría que en años recientes ha ignorado joyas de la talla de The Wind Rises y The Tale of the Princess Kaguya.

Y para aquellos que estén esperando ver a Lin-Manuel Miranda convertirse en el más reciente EGOT –aquellos artistas que han ganado un Emmy, Grammy, Oscar y Tony-, no dude que eventualmente lo logre, pero este domingo no será. ¿Por qué? La La Land, cuya música la orquesta no cesará de tocar en toda la noche. 

Predicciones: 

Película: La La Land

Director: Damien Chazelle (La La Land)

Actriz: Emma Stone (La La Land)

Actor: Denzel Washington (Fences)

Actriz de reparto: Viola Davis (Fences)

Actor de reparto: Mahershala Ali (Moonlight)

Guión original: Manchester by the Sea

Guión adaptado: Moonlight

Película extranjera: The Salesman

Película animada: Zootopia

Documental: O.J. Made in America

Cinematografía: La La Land

Edición: La La Land

Vestuario: La La Land

Diseño de producción: La La Land

Banda sonora: La La Land

Canción: La La Land

Mezcla de sonido: La La Land

Edición de sonido: Hacksaw Ridge

Maquillaje: Star Trek Beyond