Adam Pearson, de 29 años de edad, conocido por su participación en el filme "Under The Skin" -protagonizada por Scarlett Johansson- fue el bloguero invitado de la BBC y aprovechó el espacio para compartir su inspiradora historia el pasado donmingo, 2 de agosto.

El hombre es paciente de neurofibromatosis tipo 1, condición que le causa el crecimiento de tumores benignos en las terminaciones nerviosas de su rostro. 

"Vivir con una desfiguración facial en una ciudad concurrida como Londres significa que en raras ocasiones soy invisible", expuso el actor. 

"Hasta algo tan simple como un viaje en tren puede convertirse en un desafío de miradas, señalamientos con el dedo y susurros. Puedo entender por qué la gente mira", agregó el hombre en el escrito. 

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"La desfiguración apenas está representada en nuestra cultura mediática, así que no me sorprende que la gente no sepa reaccionar ante ella", opinó. 

Pearson expuso que, a pesar de que esas las miradas y susurros de la gente que lo ve, no constituyen crímenes de odio, hacen que tenga que enfrentar a diario los prejuicios e ideas equivocadas de la gente sobre la discapacidad.

"Aunque no me gusta ser objeto de constantes miradas, lo que experimento tampoco se puede considerar un crimen de odio por discapacidad. Eso sí es un tema más grave", escribiól al tiempo que advirtió, sin embargo, que los comportamientos a los que se enfrenta, si pueden pasar a convertirse en el origen de este tipo de crímenes de odio, pues "señalar y mirar puede progresar rápidamente hacia insultar, especialmente en las noches en las que se añade alcohol a la ecuación".

"Cuando la gente se emborracha, les gusta insultarme. Me han llamado 'espástico', 'hombre elefante' y 'mutante deforme'", relató, al tiempo que agregó que "sea lo que sea que motiva ese comportamiento, si seguimos la definición, eso es un crimen de odio por discapacidad".

El hombre relató que, incluso, en sus años escolares, se "levantaba cada mañana temiendo lo que me venía por delante" por el trato recibido por sus compañeros de clase. 

Lejos de ser una víctima, Pearson ha utilizado su experiencia para ayudar a otros organización sin ánimo de lucro Changing Faces.

La entidad ofrece apoyo a aquellos que sufren malformaciones faciales u otro tipo de marcas y también crea conciencia en la sociedad. 

Pearson, incluso, acude a escuelas para ofrecer charlas sobre el asunto. "Quiero hablarles sobre la discapacidad cuando son jóvenes, para que así sepan el impacto que sus palabras o acciones pueden tener sobre los que sufren estas condiciones", sostuvo. 

"La gente podría pensar que solo tengo que hacerme más fuerte y tener cuero duro, para que todo me resbale. Pero creo que esa actitud es parte del problema", afirmó. 

"Cambiar la ley es difícil, pero las actitudes son más fáciles de modificar", dice Pearson.

El hombre sostuvo que las leyes sobre crímenes de odio protegen a cinco tipos de minorías en función de la raza, la religión, la orientación sexual, la transexualidad y la discapacidad. 

"Pero no todas las leyes cubren a todos los grupos, y los que sufren discapacidad quedan a veces excluídos. A veces, como activista, es fácil sentirse un gota de agua en el mar. Pero sin gotas de agua no habría ningún océano", concluyó.