Río de Janeiro.- El actor neozelandés Russell Crowe, protagonista de la película "Noé", aseguró hoy en Río de Janeiro que "fue un privilegio haber sido invitado por el papa Francisco al Vaticano" pese a la "controversia" que, en su opinión, ha provocado el filme.

Crowe se refirió a su visita esta semana al Vaticano junto con parte del equipo de producción de "Noé" en una rueda de prensa que concedió en Río de Janeiro para presentar la película, cuyo estreno mundial está previsto para este mes.

"Con toda la controversia que ha surgido en torno a la película, el hecho de que el papa Francisco nos haya invitado es maravilloso y comprobó la consistencia y gentileza que él ha demostrado desde que asumió. Fue muy bonito. Me considero un privilegiado", dijo.

Crowe y el director de la película, el estadounidense Darren Aronofsky, acudieron esta semana al Vaticano para presenciar la audiencia general que como cada miércoles celebra el papa Francisco, según las fotos publicadas en la página web del diario La Stampa.

El actor, que encarna al personaje bíblico Noé en la película del mismo nombre, se mostró "satisfecho" con el encuentro que asegura que tuvo con el papa, del que no hay fotografías, al ser interrogado por Efe sobre el asunto, aunque no dejó claro si fue en la audiencia general o en una particular.

Sin embargo, el pasado miércoles el portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, ya había desmentido que el papa hubiese cancelado una audiencia particular solicitada por Crowe, ya que, afirmó, en ningún momento hubo la disponibilidad del pontífice para encontrarse con el actor.

Crowe está desde ayer en Río de Janeiro para presentar la película "Noé", basada en un episodio bíblico del diluvio universal, del que el actor se muestra "convencido" de que realmente existió.

La cinta se estrena hoy en México, el próximo día 28 en Estados Unidos y el 3 de abril en Brasil, segundo país al que Crowe asiste para presentarla, después de haber visitado Rusia.

La trama está basada en Noé, quien comienza a tener visiones apocalípticas sobre el diluvio universal y, para poder salvar a su familia y a varias especies de animales, el devoto carpintero tiene que construir una sólida embarcación teóricamente dirigida por Dios.

La película fue rodada en Islandia y en Nueva York, ciudad donde el equipo construyó un interior y un exterior del arca, una infraestructura que el actor neozelandés calificó de "extremadamente impresionante", ya que los protagonistas podían "caminar en aquel mundo y eso es muy importante".

El reparto que acompaña a Crowe está formado por actores mundialmente conocidos, como Jennifer Connelly, Ray Winstone, Emma Watson, Logan Lerman y Anthony Hopkins.

El actor aseguró que quería "presentar la película en Brasil, porque es un país con muchos creyentes, donde la religión es muy importante".

Crowe, que llegó casi dos horas tarde a la rueda de prensa, después de pasear en bicicleta por la playa de Ipanema, se justificó diciendo que "estaba disfrutando de esta ciudad maravillosa que es Río de Janeiro".

Sobre la ciudad añadió que "va a ser un foco en los próximos años, con el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos" y lamentó "los problemas de tráfico para llegar a puntos turísticos como el Cristo Redentor".