"Noah" promete ser una de esas aventuras bíblicas como las que hace tiempo no se veían en el cine. A mejor estilo de "Los 10 mandamientos", el filme de Darren Aronofsky promete crearnos un mundo espiritual y épico al mismo tiempo, con la historia del hombre que recibe la orden de Dios de salvar a su familia y a los animales de un diluvio universal, metiéndolos en un arca gigantesca.

Y Russell Crowe es el encargado de darle vida al personaje. Él, quien fuera gladiador, es un actor con porte para la épica. Una decisión interesante la del intérprete de regresar a ese tono de cine. Y una decisión que no fue difícil tomar. 

¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste del proyecto y cuál fue tu reacción?

Estaba en Nueva Orleans filmando "Broken City", y tenía "Los miserables" y "Winter´s Tale" en carpeta; y vino Darren y me dijo: "Te voy a decir el título de la película y te voy a hacer dos promesas, pero no puedes decir nada hasta haber escuchado las promesas". Yo le dije: "OK".  Y él me dijo: "El título de la película es 'Noah' y las dos promesas son que no vas a tener que usar sandalias y que nunca te voy a pedir que te pares en la punta de un barco rodeado por un elefante y una jirafa" (risas). Y después leí el guion y me encantó. Si uno mira la historia de arca de Noé, si uno vuelve a la versión  hebrea de la Biblia, es la cuarta historia: están la creación, Adán y Eva, Caín y Abel y Noé. Y esas cuatro historias están en todos los textos religiosos, sin importar si eres cristiano, musulmán o judío. Para mí, "Noah" es la historia de una experiencia humana compartida –la gran inundación– y puedes ver las marcas de ese hecho donde sea. Las tribus aborígenes australianas tienen toda una mitología de la inundación. Pasó y puede pasar de nuevo, y quizá por eso la película es tan importante.

¿Crees que de verdad ocurrió una gran inundación?

Sí, creo en la inundación. Creo que en un mundo antediluviano que existió y creo que las cosas empezaron de nuevo. La arqueología lo prueba y el Gran Cañón del Colorado lo prueba. Cada texto religioso antiguo habla de eso.

Darren comentó que quería hacer una película sobre el arca de Noé desde hace un buen tiempo...

Sí, el proyecto data desde hace más de 16 años para Darren. Él conoce todas las opciones posibles y ha elegido opciones que te harán amar a Noé, y tenerle miedo a Noé y quizá, al final del día, entender su viaje. Es potente y explosivo. Darren ha hecho una película magnífica.

Aronofsky hizo construir en Islandia un exterior y un interior del arca. ¿Qué tan importante para ti fue tener esos sets en donde trabajar?

Teníamos un arca física. Teníamos un exterior 'in situ' y un interior para que pudiéramos caminar en ese mundo, y eso es muy importante. El set era gigantesco. Gente que conoce de este tipo de construcciones le dijo a Darren que el set era el más grande jamás construido. Era increíblemente impresionante.

Esta es la primera vez que trabajas con Jennifer Connelly después de "Una mente brillante". ¿Cómo ha sido la experiencia para ti?

Lo único que tengo que decirte es que, en el tercer día de rodaje, estaba sentado yo solo a un lado y Jennifer de pronto vino, me abrazó y me dijo al oído: "estoy tan contenta de trabajar contigo de nuevo porque confías en mí, sabes lo que puedo hacer y no me siento en ningún momento hostigada". Y después simplemente me desordenó el pelo y se fue a su tráiler. Pero ese es el punto, me encantan los actores, son mi tribu: gente que deja su vida para, de alguna manera, meterse en una situación en frente de otras personas que los hace pensar, que los hace sentirse en contacto son sus emociones. Y uno deja de lado muchas cosas que otras personas considerarían sagradas.