Son muchas las películas animadas que exhiben anualmente los cines, pero pocas las que consiguen imponer un llamativo estilo visual que inmediatamente las distinga del resto. The Book of Life, ópera prima del director mexicano Jorge Gutierrez, logra precisamente eso, gracias a una ultra colorida paleta y pintorescos diseños que resaltan las idiosincrasias de la celebración del Día de los Muertos.  

“La estética está completamente inspirada en el folclor mexicano. De chiquito me la pasaba en los puestitos de artesanías, obviamente me llevaban a las iglesias y también iba mucho a los museos.  Esta película refleja todas esas influencias que llegan a México, desde las caricaturas americanas hasta la animación japonesa, canciones, videojuegos, y las reinventa con el estilo mexicano, que es algo que hacen mucho los artistas hispanos”, explicó Gutierrez vía telefónica a Primera Hora, en un rueda de prensa en la que también participaron el productor Guillermo del Toro y las actrices Ana de la Reguera y Sandra Echevarría.

The Book of Life, coescrita por Gutierrez y Douglas Langdale, cuenta la historia de Manolo, un torero con alma de músico que atraviesa el mundo de los muertos y más allá para conquistar el corazón del amor de su infancia. Sin embargo, a pesar de la simpleza de su historia, la identidad mexicana que destila la impactante propuesta visual mantuvo a los estudios desinteresados.  

“Desde que salí de la escuela he estado tratando de presentar esta película y en todos los estudios me dijeron que no, que no era un tema que le fuera a interesar al mundo, que no había un público para esto. Entonces Guillermo entra como productor y empezamos a trabajar juntos, y la verdad yo pensé que con la entrada de él todo iba a ser más fácil pero no, siguió siendo muy difícil”, indicó el cineasta de 39 años.


Del Toro se hizo eco de las expresiones de su compatriota, señalando lo cuesta arriba que resulta realizar filmes que apuesten a lo distinto, con una temática o estilo que no se asemejen a la norma implantada por los grandes estudios con sus respectivos departamentos de animación, que se han convertido en una de sus fuentes de mayores ingresos.

“Sigue siendo muy difícil hacer películas que van en contracorriente visual o temáticamente de las películas animadas que se parecen a todas las demás. The Book of Life tenía una propuesta muy nueva visual y temáticamente, y fue difícil. Nos tomó cinco años levantar el proyecto”, manifestó el director de El laberinto del fauno y Pacific Rim, quien se involucró en la producción primordialmente por la oportunidad de colaborar con Gutierrez.

“Para mí el gran atractivo de la película es trabajar con Jorge y presentarlo como una voz nueva en un medio en el que he trabajado y al que adoro, que es la animación. Principalmente como productor lo que tu buscas no es la coautoría de una película sino una expedición con alguien en quien crees, que definitivamente tiene un destino en su cabeza, un mundo con un gran poderío visual, y vas ahí al lado de él quitándole obstáculos, matándole serpientes venenosas”, dijo el cineasta mexicano, quien aprendió la mejor lección de lo que debe ser un productor durante la filmación de su largometraje El espinazo del diablo (2001).  

“Creo que la regla de oro de producción es producir como te gustaría que te produjeran. En el caso de The Book of Life, puedo estar presente en los momentos en los que se crea la historia o cuando me piden alguna opinión acerca del diseño de personajes, la música, el reparto, etc., pero siempre han sido en las veces que Jorge me ha llamado. A mí Pedro Almodóvar me dijo produciendo El espinazo del diablo: ‘el mejor productor es el que está ahí cuando lo necesitas y no se aparece cuando no lo necesitas’, y eso creo que es una muy buena regla. Siempre me gusta estar ahí para pelear por el director, pero no, como se dice en México, de metiche”, aseguró Del Toro.

El poder de la voz

Tanto para Ana de la Reguera como Sandra Echevarría, quienes prestan sus voces a dos de los personajes femeninos de la película, las mujeres de The Book of Life no son las típicas doncellas en peligro que necesitan ser rescatadas por un hombre, cualidad que las atrajo al proyecto.

“Creo que esta es una de las cosas que más me gustan de la película, cómo pone a las mujeres como figuras fuertes, independientes, aguerridas. Refleja mucho lo que es la cultura mexicana del matriarcado”, indicó Echevarría, quien interpreta a “María”, la enamorada de “Manolo”, en el doblaje al español de la cinta, mientras que De la Reguera hace de “Carmen”, madre del torero, en la versión en inglés.

“Esta parte de una mujer moderna es muy importante porque todas esas historias de cenicientas, que dependen de un hombre para que la mujer se sienta realizada y que si no te puso el zapato pues no eres feliz,  se quedan en el subconsciente de las niñas y siguen pensando que no van a encontrar su felicidad si no llega el príncipe azul”, expresó De la Reguera a la vez que destacó lo fácil que se le hizo trabajar exclusivamente a través de su voz.

“Darle la vida al personaje de Carmen me pareció muy sencillo porque Jorge es tremendo director. El conocía perfectamente bien a todos los personajes y nos daba una réplica muy buena. De verdad que me sentí muy libre. La voz tiene un poder impresionante. Nos malacostumbramos a la imagen, la sonrisa, las lágrimas… te apoyas mucho en lo físico, pero nada más actuar con la voz es otra técnica, es una experiencia completamente diferente”, concluyó la actriz mexicana.

The Book of Life estrena el próximo jueves en los cines de Puerto Rico.