La actriz estadounidense Jennifer Lawrence confesó en un programa de televisión que durante la grabación de la más reciente película de X-Men sufrió cada vez que iba a la baño.

A diferencia de las pasadas dos películas de la saga de mutantes, en esta ocasión no la pintaron de azul para interpretar a  "Mystique",  si no que utilizaron un vestido completo de un material parecido a las medias calzas, que le impedían realizar efectivamente el llamado de la naturaleza.

"Resulta que nunca tuvieron que haber hecho ocho horas de pintura corporal", dijo en broma la estrella en el Graham Norton Show.

"Fue como una pantie media azul que cubría todo mi cuerpo y en el que no me puedo sentarme para hacer pipí. No podía ir al baño. Parece que el que lo hizo dijo: ella es mujer y las mujeres no van al baño", añadió.

Según explicó tenía que orinar de pie, en un embudo.

Para colmo de males, en una ocasión, el actor James McAvoy, el intérprete del Profesor X,  la atacó con una pistola de perdigones mientras intentaba orinar.