Este próximo viernes, 5 de septiembre  es el gran cierre del Centenario de Sister Isolina Ferré, en el Coliseo Juan “Pachín” Vicens, en Ponce, desde las cuatro de la tarde y la entrada es gratis.  Es la fiesta de pueblo para celebrar el legado de Sister Isolina Ferré.

Allí estarán Danny Rivera, Limi-T 21, el Coro de Niños de Ponce, la Banda Pop de la Policía, el Trotamundos, pleneros, batucada y el grupo de baile infantil de los Centros del programa Cariño y Vida, quienes causaron sensación en el Campeonato Mundial de Salsa.  

Como reportera, he cubierto muchas historias. Una de las que nunca olvido, y cuento como una anécdota favorita, fue cuando Ricky Martin conoció a Sister Isolina. 

Ricky  estaba en una actividad en Fajardo, el salón lleno de periodistas de todo el Mundo. Tenía el tiempo contado, pero quería aprovechar su visita y conocer a Sister Isolina. Me dijo que adelantaría su calendario y buscaría un helicóptero para ir de Fajardo a Ponce, pues de lo contrario no llegaría a tiempo. Cuando me confirmó que iría, salí con el camarógrafo para Ponce. 

Mientras esperábamos a Ricky en el convento, Sister me preguntó que por qué quería conocerla. En tono de broma le dije: “Sister, quiere conocerla porque usted es nuestra Madre Teresa de Calcuta en Puerto Rico. Ella falleció, así que hay que conocer a la respuesta boricua a la Madre de Teresa de Calcuta. Sister  es más fácil viajar a Ponce que a la India”. Comenzó a reír y a decirme que eso era un cuento mío.  

Cuando Ricky llegó, el abrazo con ella fue interminable. Los ojos de Ricky se llenaron de lágrimas, la emoción fue muy grande. Luego, Sister le pidió a Ricky  que se sentara en un sillón cerca de la jaula de un pajarito que era la mascota del convento. De momento, ella le dijo algo al pajarito y este comenzó a cantar el estribillo: “Living la vida loca, living la vida loca”. Todos nos quedamos asombrados y comenzamos a reír. Sister le explicó que los niños le cantaban la canción hasta que el pajarito aprendió el estribillo. Pienso que  si no es por que lo vi, no lo creería. 

Luego se fueron a orar a la capilla hasta que llegó el momento de regresar a San Juan a cumplir otros compromisos.  

Vamos a celebrar  el centenario y  la gran  obra de Sister Isolina como a ella le gustaría: con una fiesta para su pueblo.