Sabía que estaba malo y casi todos los días hablaba con su ex relacionista, Karen Cruz, sobre la salud de “Mexico” como ella le decía. Hace algunas semanas me pidió que dijera públicamente que quien lo quisiera ayudar, donara  a la cuenta de una cooperativa. Cuando supo que había gente pidiendo dinero  en su nombre, me pidió que aclarara  todo y así lo hice. 

Israel Perales, alias Mexicano,  tenía pautadas más de 20 fechas en presentaciones en Chile y Ecuador cuando le diagnosticaron cáncer. Recuerdo que lo entrevisté y me dijo que estaba feliz porque con ese dinero que ganaría en la gira se pondría al día en sus cosas. Pero Dios le tenía otro plan. Fue Mexicano quien me aceptó en una entrevista televisiva que le habían diagnosticado cáncer. Varios amigos le ayudaron a conseguir todo lo necesario para la operación y allí siempre estuvo Karen Cruz que, más que su relacionista, era su ángel guardián que le acompañó hasta sus últimas horas de vida.   

Mexicano salió bien de la operación que le hicieron,   comenzó su tratamiento y hasta tenía que tomar un agua especial. Se desintoxicó totalmente y aseguró que no volvería a caer. En ese momento estaba  lleno de vida, alegre y muy optimista  de que se curaría totalmente. Tiempo después, compartí con él en Manatí y no me gustó  su semblante,  estaba molesto con algunas personas cercanas a su compañera de ese momento, que le hacían la vida imposible. Y una acusación de violencia doméstica le llevó a la cárcel nuevamente. Durante toda su vida tuvo problemas con la justicia en Puerto Rico y Estados Unidos, pero era un bonachón, contaba chistes y te trataba con mucho respeto.  

Le recriminé por lo de la violencia y me comentó que muchas cosas fueron inventadas por la familia de la chica de Manatí.  Decía que él era víctima de su familia. No sé si era cierto o  no, pero lo decía constantemente. 

Nunca se repuso de la muerte de su hija y solo quería salir de la cárcel para él mismo buscar a quién o quiénes la mataron.  La policía  tiene una deuda con Mexicano: buscar a los sicarios que dieron muerte a Enid  Noemí.    Dicen que en Fajardo saben quién es pero la policía no ha dicho nada. 

Mexicano fue un gran amigo de sus compañeros y le agradecían sus ayudas, especialmente el tiempo que su compadre Tempo -que hoy llora su partida- estuvo en la cárcel y fue él quien ayudó a la mama de éste,  Milagros.   

En  su última morada, Mexicano será vestido con una  etiqueta blanca y lazo rojo, como fue su último deseo, gracias a la  donación de Leonardo Cordero. 

Hasta luego amigo, fuiste pionero del reguetón. Puedes irte tranquilo; cuando estuviste en las buenas compartiste lo que tenías  y en las malas conociste a tus verdaderos amigos. Libraste muchas batallas.    Lamentablemente, la última   la perdiste. Te quisimos mucho y nos vas a hacer mucha falta. Que Dios te bendiga. ¡Que descanses en paz amigo!