Estar al otro lado de la pasarela y juzgar lo que sucede es algo novedoso y retador para Jacqueline Bracamontes. Junto con Osmel Sousa y Jomari Goyso son los terribles jurados de Nuestra Belleza Latina. 

Jackie fue Nuestra Belleza México en el 2000 y participó en el Miss Universe celebrado en Bayamón y en Pasarela 2000 en Guaynabo. Desde que la conocí, pensé que llegaría lejos.    

“Cuando recibí la invitación para ser jurado de Nuestra Belleza Latina de momento lo dudé. Soy actriz y conductora, pero jurado… lo pensé mucho, lo consulté con mi familia y dije: ‘Voy a ser yo’. No es un concurso de belleza por belleza, es un reality y como tal hay que entenderlo. Yo lo había visto, sabía a qué me enfrentaba. Pensé que podía ayudar a las chicas y podría aportar mi experiencia a que ellas lograran su sueño. Me dicen que soy la jurado más amorosa, pues después de ver cómo las trata Osmel, ya tú lo conoces. Me nace lo que les digo. La parte difícil es juzgarlas y ver de lo malo el lado positivo para que mejoren. Estar allí arriba de la pasarela no es fácil. Cuando te dicen que no les gustas, el corazón casi se te paraliza. Es difícil”, comenta. 

Dijiste el domingo pasado que no era fácil darse un beso con alguien que acabas de conocer, como fue el caso de Nadyalee Torres en uno de los retos. ¿Con quién te diste el primer beso en televisión?, le pregunté a Bracamontes.

“Fue cuando hicimos Alegrijes y Rebujos, con Sebastián Rulli y el boricua Luis Roberto Guzmán,  pero llevábamos tiempo grabando. El caso más difícil fue el de Guy Ecker en Heridas de amor, grabamos los besos de la promoción acabándonos de conocer y su esposa estaba allí, imagínate”.

Luego las telenoveleras suspiraron por los besos que se dio con Sebastián en Rubí, luego con Jaime Camil en Las tontas no van al cielo y con William Levy en Sortilegio, entre otras.

Según Jacky, habla con su esposo Martín Fuentes algunas cosas de Nuestra Belleza Latina y él le aconseja que no todo puede ser bonito. Le pide que sea fuerte y les exija más. El empresario y piloto  de autos es su fan número uno. 

“Ya sabes, el ambiente es pesado al momento de juzgar. Martín entiende que mientras más le exija, mayor será el esfuerzo para la próxima gala y al público le interesarán más mis recomendaciones para mejorar”. 

¿Permitirías que mini Jacky y Carolina participaran en concursos? 

“Quiero que sean ellas las que escojan. Las apoyaré. Mis hijas me tienen vuelta loca. Sueño con ver a mis hijas crecer, ayudarlas y junto a Martín disfrutar cada momento. Ahora  también sueño con hacer evaluaciones honestas. Cada chica debe entender que es para su bien, aunque quizás de momento no entienda o acepte lo que yo diga. Voy a evaluar con responsabilidad diciéndole la verdad aunque duela. Eso es lo que el público puede esperar de mí en cada gala. Firmeza pero con amor”, concluyó.