La naturaleza desempeña un papel clave en el desarrollo del ser humano y su cultura. Tanto las sociedades antiguas como las modernas se han valido de los recursos que la naturaleza ofrece para crear identidades sociales que las distingan de las demás.

En Puerto Rico, los recursos naturales también forman parte de nuestro entorno cultural. Nuestros paisajes, por ejemplo, se aprecian en las obras que crean nuestros artistas. Nuestros productos agrícolas, como la caña y el café, ayudaron a forjar la identidad del puertorriqueño no solo porque las plantaciones fueron el escenario de nuestro drama histórico, sino porque de ellos derivamos recursos culturales como el guarapo de caña, el melao, los rones y el café puya que tanto nos caracterizan.

Otros recursos agrícolas se emplean en la creación de los instrumentos que conforman nuestra tradición musical. El güiro, por ejemplo, se elabora con la cáscara hueca de un tipo de calabaza alargada. La púa, el objeto que se utiliza para producir el sonido del güiro, puede estar hecha completamente de madera, metal, bambú, caracol o hueso. Por otra parte, para construir las tradicionales maracas se utiliza la fruta del árbol de higüera. Además, el cuatro, una transformación puertorriqueña de la guitarra, se talla con bloques sólidos de la madera del laurel.

La tradición del vejigante de Loíza, una de nuestras más antiguas expresiones culturales, se caracteriza por sus coloridas máscaras, elaboradas con la cáscara seca del coco. Además, los vástagos de la palma se emplean para tallar los cuernos y los dientes que adornan las máscaras de los vejigantes norteños.

El mundillo de Moca, un tipo de encaje muy fino, se teje con hilo de seda. Otros elementos culturales tejidos incluyen las hamacas, originalmente hechas de fibras de maíz, maguey y algodón, así como las cestas y los sombreros tejidos en paja, como la distintiva pava de nuestro jíbaro puertorriqueño. Entre otros, los santos y las tallas que tanto se destacan en la obra artística nacional están hechos de maderas nativas. También hay muchos artesanos que trabajan el bambú y las semillas de diferentes árboles para fabricar adornos y accesorios de vestir. Otros artesanos elaboran sus creaciones con recursos naturales como el cuero y el barro, que se emplea en la milenaria tradición ceramista puertorriqueña.