Si la pregunta era si llenaría o no el Coliseo de Puerto Rico, la respuesta es que con sus “ojones”, el comediante Luis Raúl abarrotó anoche desde la arena hasta el llamado palomar del Choliseo.

Con una tarima redonda a 360 grados, ubicada en el centro de la arena del recinto, Luis Raúl ofreció un espectáculo de humor en el que los ojos fueron el tema principal de la noche. El montaje funcionó a la perfección, ya que contó con más de cinco pantallas gigantes que permitieron que la audiencia no le perdiera pie ni pisá al comediante, quien supo utilizar muy bien el espacio, haciendo que el evento resultara dinámico y entretenido. 

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Luis Raúl salió a las 9:30 de la noche del centro del escenario mediante una plataforma elevadiza y cantando su propia versión de la canción Vivir mi vida, de Marc Anthony, la cual decía: “Yo me jo..., por no pagar, un buen billete tengo que buscar”. Con esta frase, el comediante hizo clara referencia al proceso judicial que enfrentó este año al ser acusado por no rendir planillas sobre ingresos desde el 2007 hasta el 2010, y  del que habló a calzón quita’o.

“Mucha gente me ha preguntado que qué car..  tiene que ver lo que me pasó con los ojos, pero deja que  te llegue una citación de la corte por debajo de la puerta, para que tú veas cómo se te salen los dos ojos y se te cierra el ojo del cu..”, expresó provocando carcajadas.

Pero el tema de las planillas fue solo uno de varios que abordó en este espectáculo de dos horas de duración, en el que narró una serie de anécdotas que le hacían cosquillas a la audiencia que no paró de reírse. 

“Buenas noches, Puerto Rico y el mundo entero. Estamos haciendo historia para el mundo”, expresó Luis Raúl, quien es el primer comediante puertorriqueño en presentarse en el Coliseo de Puerto Rico.

“Que cosa más cabro…, normalmente soy el que estoy sentado ahí viendo a algún cabro… cantante y  uno la pase divino, pero pararme aquí  y ustedes mirando a uno, es como en los noventa: ‘¿Gángster qué hago?’ Es una cosa maravillosa y estoy requetecontento. Tengo que darle gracias a la vida porque esto es el Coliseo de Puerto Rico y está empaqueta’o. Deja disfrutármelo porque no voy a volver más”, agregó el comediante.

El también animador aprovechó su entrada triunfal y su presentación en el Choliseo para hacer referencia a las exigencias de las superestrellas que se han presentado en el recinto versus a las de él. Fue así como mencionó que mientras otros piden papel de baño rojo y hasta mesa de billar, él tenía velones, billetes y hasta una escupidera en su camerino. 

“Hay unos que piden $10 mil pesos en comida, a  mí me tenían sandwiches de mezcla, pero como yo quería estar con ustedes, acepté todas las condiciones del mundo”, expresó a la vez que relajó con los precios de su concierto que empezaban en $15.

“Una vez más quedo como el comediante más barato de este país”, aseguró. 

Aunque en ocasiones se descarrilaba del tema, Luis Raúl siempre volvía a los ojos. Fue así como recordó todas las enfermedades de los ojos y los trucos caseros que le daba su madre para curarse de condiciones como conjuntivitis y orzuelos, y que incluían desde borra de café hasta gotas que ardían. También habló sobre las personas que insisten en utilizar lentes de contacto de colores, a quienes les pidió encarecidamente que no los utilizaran. “Reconózcase”, comentó. 

Los estudios médicos de todas las universidades del mundo que se citan, menos de las de Puerto Rico, los engaños de los infomerciales y de los libros de autoayuda, hasta los refranes de los ojos, de todo habló Luis Raúl en su stand up comedy. La legalización de la marihuana tampoco se quedó fuera en el espectáculo, al comediante mostrar una lista de los supuestos beneficios del cannabis.

“¿Qué prefiere quedarse ciego o estar arrebatao?”, preguntó sarcásticamente  a la audiencia sobre uno de los muchas “virtudes” de la droga.

Otro momento de risas fue cuando habló sobre los fenómenos de las redes sociales y dijo que hoy “todo el mundo es artista”. 

“La Vampy, ¿alguien me puede explicar cómo alguien que baile medio esnúa en su cuarto, en su pueblo en Lajas, que yo pensé que estaba medicada, ya llegó al cine”, cuestionó. 

En este show el comediante tampoco quiso dejar fuera la obsesión de la gente de grabarlo todo y subirlo a YouTube, fue ahí que llegó la referencia de Taty, la mujer que perdió su casa luego de un derrumbe en la urbanización Villas de España en Bayamón.

“¿Cómo a alguien en una desgracia como esa, se le ocurre grabar el jod… mogote derrumbándose? Y somos tan cabro.. que nos reímos de eso, claro, como no era nuestra casa”, observó haciendo reflexionar a través de la risa.

¡Qué OJOnes! concluyó a las 11:30 de la noche, luego que Luis Raúl hablara del tema que hizo al público estallar: sexo.  Con este show, el comediante boricua demostró que puede estar dos horas hablando sin tomar ni un sorbo de agua, y que tiene unos ojones que ven todo con un humor que sigue provocando carcajadas en la audiencia.