La situación del intérprete urbano Ozuna está difícil, muy difícil. No necesariamente por estar en el lugar incorrecto en el momento incorrecto, sino por el rabo de chiringa de incidentes que no le ayudan. Está volando en popularidad y dinero; no es el primero ni el último que se mete en líos. Recordemos otros reguetoneros que ahora son grandes glorias mundiales o predican la palabra del Señor. Más de 400 millones de views en YouTube y canciones en los primeros lugares de popularidad, lo hacen uno de los jóvenes más famosos y pega’os del momento. 

Ozuna es egresado de la Academia del Sagrado Corazón en Santurce. Muchos posiblemente escucharon de él por el incidente del micrófono, al utilizarlo para darle a una persona de seguridad que debía cuidar el perímetro de su tarima. O quizás por la muerte de uno de sus colaboradores la pasada semana. Disparan con cuatro armas distintas, 68 balas a su vehículo, no le pasa nada y Ozuna salió ileso. Nació ese día. 

A estos incidentes súmele el problema en el aeropuerto El Dorado de Bogotá en enero. La prensa de Colombia reseña que Ozuna llegó con nueve personas, con visa de turista cuando iban a trabajar en un concierto en Manizales. Además, no sabían el lugar donde se hospedarían. Hello. 

Después de detenerlo no le permitieron trabajar. Este no es su problema; es el manejador quien tiene que hacer su trabajo bien. Desde ese momento las autoridades de inmigración colombianas no son muy fan del autodenominado “Negrito de los ojos claros”. En Ecuador, uno de los países donde es un ídolo, hubo problemas con su equipo de trabajo y la gente que lo contrató. Ah, estos son solo los problemas que se conocen públicamente. 

Pero de lo más que se tiene que cuidar Ozuna es de las tres o cuatro supuestas amenazas de Mara Salvatrucha, uno de los grupos más sanguinarios del mundo. Quizás está a tiempo de arreglar la situación ocurrida con este grupo si es cierto lo que se dice. Ojalá que las amenazas se queden en eso y no pase nada más.

Falla en la seguridad 

Malet, Malet, la administración del Coliseo de Puerto Rico. El sábado en el concierto del Reggaeton Old School no había personal suficiente en las entradas para revisar al público, y comenzó pasadas las nueve. Los artistas listos desde la 7:30 y poco personal para revisar en la entrada. Ellos sabían que estaba vendido totalmente. Se había anunciado que comenzaría no más tarde de las 8:00. Los que llegamos temprano… a esperar, gracias al Coliseo. Ah, cuando el Gerente del Coliseo, Eduardo Cajina, dijo que la placa reconociendo el “sold out” llegaría en varios días, fue un balde de agua para los artistas. ¿Qué pasa en el Coliseo? 

Muy buena la decisión del publicista Harold Rosario y la empresaria Sandra Torres de que todos los artistas compartieran con la prensa y fans especiales antes del magno concierto, que corrió como relojito nuevo. Súper, se botaron y los reguetoneros, ni se diga lo accesibles y el show que montaron. La próxima presentación de Old School será en Orlando.