Primero fue Brad Pitt el que reveló en la revista CG que sus problemas con el alcohol habían afectado su matrimonio con Angelina Jolie, y ahora fue el turno de esta última de hablar sobre su divorcio con el actor. 

En una íntima entrevista con Vanity Fair, la intérprete señaló que tras la separación desarrolló hipertensión y una parálisis facial por "daños de un nervio", que le provocó la caída de un lado de su rostro. Por ello, agregó, recurrió a un tratamiento con acupuntura para recuperarse. 

"A veces las mujeres están en último lugar en la familia", contó la actriz de 42 años, que durante 2013 se sometió a una doble mastectomía para evitar un posible cáncer de mama. 

A casi un año del anuncio de su divorcio con Brad Pitt, Jolie sostuvo que se instaló en una nueva mansión en Los Angeles junto a sus seis hijos: Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Vivienne y Knox. 

Sobre el quiebre, la hija de Jon Voight confesó que "ha sido el momento más difícil y necesitábamos aire (...) Estamos tratando de hacer todo lo posible para salir adelante y sanar a nuestra familia". 

Angelina Jolie y Brad Pitt estuvieron juntos por 12 años, tras conocerse en las grabaciones de la película "Señor y Señora Smith" (2005), pero se casaron recién en 2014. Aunque nunca admitió qué fue lo que los llevó al divorcio, Jolie aclaró que "las cosas se pusieron mal". Más tarde agregó que "las cosas se volvieron difíciles ". 

"(Nuestro estilo de vida) no era, en modo alguno, negativo (...) Ése no era el problema; es y seguirá siendo una de las maravillosas oportunidades que les podemos dar a nuestros hijos(...) Son seis individuos muy fuertes, pensativos, mundanos, estoy muy orgullosa de ellos", confesó. 

Consultada por la relación actual con su ahora ex pareja, la intérprete respondió: "Nos cuidamos unos a otros y nos preocupamos por nuestra familia, y ambos trabajamos para lograr el mismo objetivo".