Mariano L. Negrón González es una presencia ausente en Cupeyville.

El maestro de inglés de octavo grado falleció repentinamente en 2014, dejando en la escuela un vacío que estudiantes y maestros llenan constantemente recordando las anécdotas de quien se dio a querer por su calidad humana. Tan grande fue el arraigo que tuvo en el estudiantado, que el salón en el que daba clase aun es reconocido como “el salón de Mr. Mariano”.

Fue tan querido que su legado de amor y compromiso con los jóvenes de la escuela de Cupey les sirvió de inspiración a los “seniors” de la clase de Drama para realizar un filme que titularon con su nombre y que el 22 de abril compite en la categoría de cortometraje para jóvenes de escuela superior del Festival Ponte los Cortos, que se realizará en el Museo de Arte de Puerto Rico en Santurce.

Oír hablar sobre él a tres de los chicos involucrados en el proyecto emociona y nos da una idea de cuán querido fue. Verán, ninguno de ellos fue estudiante suyo, pero al recordarlo sus rostros cambian, sonríen y sus ojos brillan.

“Él iba a todo. A los juegos de soccer, a la clase de mecánica, estaba en tutorías de matemáticas… Si no lo conocías de coger clases con él lo conocías de los pasillos, de los clubes, de los deportes”, expresa sonreída Carolina Vivoni García, codirectora del cortometraje, labor que se dividió con Fenser Ramos.

“Era un maestro que iba más allá de ser maestro; para nosotros era un amigo; nos ayudaba mucho con consejos de vida”, añade, por su parte, Isabella Ileana Mújica Cortés, directora de mercadeo del proyecto.

“Su personalidad era tan intensa... Te reías con él, te daba el high five en los pasillos… Eso es lo que queremos presentar en la película: su legado en los estudiantes, en la facultad, en su novia…”, explica Ricardo Rivera Díaz, quien asumió las funciones de director de fotografía, cámara, editor de imágenes y de sonido, entre otras.

Mariano es la entrada al festival de la casa productora Roadmap Production, creada por los estudiantes. El proyecto surgió como una sugerencia de su maestra, María del Mar Rodríguez. El grupo del año pasado de la escuela ya había participado, por lo que la mentora no era ajena a la filosofía del festival.

 Ponte Los Cortos, además de ser una competencia creativa, le da a los estudiantes participantes la oportunidad de adquirir experiencias del mundo profesional. Se incentiva que al dividirse las tareas relacionadas a la producción y divulgación de su proyecto, los estudiantes comiencen a explorar opciones de carreras. 

Las filmaciones de Mariano comenzaron en noviembre, tan pronto terminaron el proceso de conseguir una serie de permisos necesarios y ya con el libreto en manos. 

 Inicialmente, cuentan, no tenían idea de lo que harían. Nunca habían hecho algo parecido y, básicamente, era comenzar a trabajar desde cero. 

“Yo nunca había escuchado del festival. Fue como que nos cogieron y nos pusieron ahí y estábamos como una gallina sin cabeza. Estábamos como, ¿que qué?”, recuerda entre risas Ricardo de los inicios de lo que se convirtió en su proyecto final para la clase de Drama.

Como todas las decisiones que toman, se reunieron y tomaron una votación: Participarían en Ponte los Cortos, pero en la categoría de Cortometraje y no en Comerciales como el grupo del año pasado. Entonces, el equipo creativo del grupo les dijo lo que habían pensado.

“El tema lo mantuvimos bien callado hasta que tuvimos la aprobación y conseguimos todos los permisos, y entonces fue que dijimos ‘esta es nuestra película’”, cuenta Isabella sobre lo que fue uno de los momentos más emotivos del proceso.

“Cuando nos dieron la idea de la película fue... algunos lloraron. Necesitábamos darle ese cierre a los estudiantes, porque todavía hoy hay muchos en duelo. Y muchos maestros se nos han acercado para darnos las gracias”, reflexiona Ricardo. 

Así las cosas, comenzaron el trabajo de producir el corto, que se extendió entre finales de noviembre y febrero. Lo emocional del contenido fue un arma de doble filo: Por un lado, sus ganas de honrar a Mariano de la mejor manera posible con un tiempo de trabajo y recursos limitados que los desanimaba. Pero justo en ese momento recibían el estímulo de maestros, padres y de la novia de su maestro, Joan Natali, y recargaban baterías al 100%.

“Ella fue de gran apoyo. Siempre entra a Facebook y nos deja saber lo orgullosa que está de nosotros”, cuenta Ricardo.

El cortometraje salió de 18 minutos, tres más de lo que permiten las reglas de Ponte Los Cortos, que establece un tiempo de duración de entre 5 y 15 minutos. Eso, sin embargo, no fue una preocupación para el colectivo.

“Sale de 18 minutos, pero tomamos la decisión como grupo de poner escenas que eran necesarias. Sí buscamos de dónde sacar, pero decidimos poner lo que nosotros entendíamos que era necesario para pasar el mensaje, para dejar saber a quien la vea quién era Mariano, quien era él como persona”, sostiene Ricardo. 

El sábado 22 de abril, Mariano se exhibirá con 51 otros cortometrajes. Gane o pierda no es lo importante para estos muchachos.

“Nosotros no estamos ahí por el premio, sino por dejar saber quién era él”, recalca Carolina del filme que quieren dejar como legado a la escuela para que todos los estudiantes puedan verla. 

A dos semanas de poner ante la consideración del público su película, Carolina, Isabella y Ricardo reflexionaron sobre la experiencia que los llevó por este viaje de crecimiento cuasi profesional -como es el propósito del festival-, pero también emocional. 

“De primera intención no lo consideramos, porque se veía muy complicada, y lo fue…”, dice Ricardo, cuando Carolina lo interrumpe: “Pero valió la pena”.

“Sí, fue una experiencia que no la cambio por nada”, finaliza Isabella.

Ponte los Cortos

El Festival Ponte Los Cortos no solo es una competencia que reconoce el trabajo de jóvenes de escuelas intermedia y superior, y universitarios, sino que tiene la misión de ayudarles a explorar carreras que van desde la producción fílmica (y todas las que vienen asociadas con ellas), sino de mercadeo y publicidad, entre otras.

Este año, la tercera edición será del 21 al 23 del mes en curso, en la Sala Raúl Juliá del Museo de Arte de Puerto Rico. Se evalúan las categorías de cortumetraje, documental, vídeo musical, animación y comercial, entre otras.