Hubo una época en la que Chucho y Lissette despertaban pasiones entre el público de la “nueva ola”. Y esa chispa se encendió una vez más anoche, cuando el dúo cerró el espectáculo artístico en la tarima de la Plaza de la Barandilla como parte de los ofrecimientos musicales de las Fiestas de la Calle San Sebastián. 

La pareja se presentó ante una audiencia bastante variada, aunque dominada por “baby boomers” que asistieron allí para ver a dos de los eternos querendones de la música popular.

Fue en la interpretación del tema “Acompáñame” que los cantantes se dieron el beso, que fue aplaudido y aclamado por los presentes, que parecieron revivir aquella época en la que gozaban como nadie del favor del público.

Fue justo después de grabar juntos el disco igualmente titulado que Chucho y Lissette contrajeron matrimonio, por breve tiempo a fines de la década de 1960, y que en los pasados años dio pies a una serie de conciertos. De hecho, Chucho dio fe de eso al dirigirse a los espectadores, aunque resaltó que anoche había mucha más gente. 

El acto terminó con “Magia blanca”, tras lo cual una muchedumbre se acercó al área posterior de la tarima para saludar y pedirles autógrafos a los cantantes. 

Dicen que recordar es vivir y anoche el dúo les regaló a los presentes la oportunidad de remontarse varias primaveras al pasado.