Ya casi ha pasado un año desde que la conejita Playboy Dani Mathers desatara la polémica, tras compartir una fotografía en Snapchat, burlándose del cuerpo de una mujer que salía de las duchas de un gimnasio. 

"Si yo no puede dejar de ver esto entonces ustedes tampoco", escribió la mujer de 30 años, desatando una ola de críticas en su contra. 

Mathers ofreció disculpas, pero no fueron suficientes, por lo que además fue vetada del gimnasio en el que tomó la imagen y despedida de un programa de radio en el que participaba como conductora. 

Sin embargo, el público también exigía que la justicia le aplicara algún castigo por difundir imágenes privadas sin consentimiento. De hecho, la afectada -una mujer de 70 años- fue encontrada por la policía de Los Ángeles en septiembre de 2016, dos meses después de que Mathers difundiera la fotografía.

(Snapchat)
(Snapchat)

En esa oportunidad, la mujer señaló estar dispuesta a cooperar con su testimonio y con todo lo necesario para que la conejita Playboy pagara por lo que había hecho.

Y aunque Mathers podría podría haber sido condenada hasta seis meses de cárcel, la mujer la sacó "barata". Esta semana, un juez de Los Ángeles la condenó a cumplir 30 días de servicios comunitarios, específicamente limpiando graffitis en las calles de esa ciudad estadounidense. 

Dani Mathers en el Tribunal Supremo de Los Ángeles el pasado 24 de mayo. (AP / Frederick M. Brown)
Dani Mathers en el Tribunal Supremo de Los Ángeles el pasado 24 de mayo. (AP / Frederick M. Brown)

La conejita Playboy no reconoció haber cometido el delito de invasión de privacidad y, a pesar de eso, no apeló al castigo que le impuso la corte, que además incluye tres años de libertad condicional. 

Asimismo, a la mujer se le prohibió tomar fotografías o vídeos de otras personas y publicarlas en línea, y tampoco puede tener una cámara en lugares donde las personas están desnudas o creen tener privacidad.