Una buena muestra de confianza y coquetería fue la que derrochó un grupo de reclusas, reos y menores de las instituciones juveniles del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) al recorrer en piezas de diseñador el escenario de la Sala Jesús María Sanromá del Conservatorio de Música durante el desfile de modas “Belleza que rehabilita”.

El evento, que se celebra por cuarto año consecutivo, se ha convertido no solo en la pasarela de quienes buscan rehabilitarse, sino además en una oportunidad para desarrollar seguridad en sí mismos, dejarse inspirar por figuras del ambiente de la moda y la alta costura y que sus familiares los vean en otra faceta. 

“Lo que queremos es sembrar la semilla en nuestras confinados y confinadas que están cumpliendo sentencia  en nuestro departamento para que sean gente de bien, que cuando regresen de nuestro sistema sean ciudadanos útiles al País y nos ayuden a levantar el País, que tanto lo necesita”, manifestó Elinar Ramos López, secretario del DCR, al dirigirse a los presentes.

Para el desfile, las confinadas y jóvenes en custodia se despojaron de sus uniformes y vistieron las piezas de los diseñadores Luis Antonio, Elier Aubret y Rebecca Tiago, así como de las tiendas Gatsby. Mientras, ellos se desplazaron por la tarima con prendas de Men’s Wharehouse. 

La gran sorpresa de la noche lo fue la actuación del rapero Vico C, quien se unió junto a la banda La Libertad, formada recientemente por reclusos del Instituto Educativo Correccional. El intérprete entonó los temas “Aquel que había muerto” y “Explosión” ante un público que coreó los mismos junto a él. 

Como un tributo a la medallista olímpica Mónica Puig, el llamado “Filósofo del Rap” entonó parte de “La Borinqueña” junto a los presos y tres estudiantes del Conservatorio de Música, mientras imágenes de la gesta lograda por la tenista puertorriqueña se proyectaron en una pantalla. 

Vico C además, aprovechó la ocasión para exhortar a los padres presentes en la sala a estar más atentos a las letras de la música que escuchan sus hijos y tener más cautela sobre los artistas que les llevan a sus fiestas de 15 años.

“Yo les puedo adelantar que lamentablemente, dentro de aquí a seis, siete, ocho años, si la cosa sigue como va, las letras van a ser unas donde el chamaquito que la canta te va a explicar lo rico que se siente el olor a sangre cuando sale mata a una persona… Aquí una mamá pone un rostro (de desagrado), ese mismo rostro hubiésemos puesto en el año 90 si hubiésemos realizado que iba a llegar el día que las letras iban a ser así”, sostuvo.

Las presas que participaron en el desfile cumplen sentencias en la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta, la Institución para Mujeres de Bayamón y el Hogar Intermedio para Mujeres de San Juan. Mientras, los reos pertenecen al Complejo Correccional de Bayamón, y las jóvenes son del Centro de Tratamiento Social, ubicado en el mismo pueblo. 

Durante las pasadas semanas, los participantes recibieron talleres previo al evento como parte de los programas dirigidos a fomentar la rehabilitación y que estuvieron enfocados en trabajar aspectos como la autoestima, buena conducta, presencia, nutrición, pasarela y confraternización. 

La actividad además sirvió como distracción para un grupo de sobre 20 confinadas y menores en custodia, que pudieron estar presentes entre los espectadores gracias a su buena conducta.