Siete años después de la primera vez que cruzó varios pueblos a pie, retando el cansancio y las temperaturas para recaudar fondos a beneficio de los pacientes de cáncer, Raymond Arrieta no puede evitar conmoverse con la cantidad de personas que se han unido a través de los años para participar de la caminata Da Vida.

“Antes caminábamos 100 y 200 personas por una montañas y la gente se preguntaba qué era eso que hacíamos, y ahora estamos hablando de miles y miles. Han pasado los años y la gente ha entendido de qué se trata esto, la gente sabe por qué estamos haciendo esto”, mencionó el comediante. 

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Saber que su encomiable gesto hacia el Hospital Oncológico une a miles de personas y los hace despejarse de los problemas que azotan la Isla, aunque sea por varios días, es uno de los detalles que más lo emocionan.

“Fuera de lo que pasa del país, nos hemos olvidado de tanto problema. Hasta las personas que no pueden venir están conectados por todas partes con las redes sociales”, reflexionó Raymond.

Cuando se levanta en las mañanas y se comienza a vestir para salir a caminar pese a los dolores que pueda sentir su cuerpo es que realmente se da cuenta de todo lo que va alcanzado durante el largo trayecto y lo que le queda por hacer.

“Cuando me voy cambiando las camisas, que veo que me quedan 3 días, me quedan dos días, digo: ‘¡Wow! Lo estamos logrando’”, mencionó el creador de Raymond y sus amigos. 

Algo curioso para el artista ha sido enterarse de que los alcaldes han remozado las calles de los municipios por donde el inmenso de grupo de caminantes va a pasar.

“Me cuentan que por los municipios pintan las aceras y arreglan los boquetes, así que estamos contribuyendo por otro lado también. Vamos bien”, dijo con una gran sonrisa y su característico carisma.

Es que Raymond tiene muchas razones para estar emocionado. Especialmente, cuando ve a los niños que, aunque se encuentran batallando la enfermedad, llegan hasta la ruta con sus padres para agradecerle su iniciativa.

“Ayer me ‘jamaquearon’”, recordó.  “Llegue con un taco en la garganta por los niños y los pacientes de cáncer que me encontré”.

Para el comediante es muy importante que el público sepa que si no tiene la oportunidad de saludar y tomarse fotos con todos los que lo acompañan no es por falta de ganas, porque esas sobran. 

“Quiero dejarles saber a la gente que a veces se me hace muy difícil saludar a todo el mundo. Todo el mundo quiere tocar a uno o tomarse un ‘selfie’ y a veces se pone peligroso. Me gustaría abrazar y saludar a todos pero a veces se me hace demasiado difícil. Me da pena porque es demasiada gente”, lamentó.

Antes de partir desde la calle Progreso en Luquillo, Raymond se encontraba ansioso ante la expectativa de la ruta al haber llegado el fin de semana.

“Hoy es sábado por lo que esperamos aún más gente. Sé que hoy va a ser un día especial”, dijo.  

El comediante aseguró que pudo dormir bien y descansar anoche por lo que hoy se encontraba lleno de ánimo para completar el tramo de 11.5 millas que se extiende hasta la entrada de la comunidad Loíza Valley en Canóvanas.

“Ayer veníamos a las millas caminando, llegué bien explota’o después de las entrevistas dormí como una hora y media, más todo lo que dormí anoche. Estoy bien animado. Me siento con fuerzas hoy”, aseguró Arrieta desde su tráiler previo al comienzo de la caminata.

Con un sol implacable y una temperatura en los 90 grados, el filántropo partió a las 10:00 a.m. junto al también comediante Miguel Morales.

“Me divierto hablando con él por el camino”, mencionó Raymond sobre su amigo, al tiempo que destacó la alta temperatura como el mayor reto del día. “Va a hacer mucho calor, con todo y ‘sunblock’ no hay break, el sol es lo que te hace llegar bien agotado”, agregó. 

Raymond aseguró que sentirse bien y sin molestias de la rodilla.

“Llevamos unos días sin dolor las terapias que estamos cogiendo son perfectas porque esto es para prevenir no queremos abandonar el tratamiento que hemos tenido porque ha funcionado esta todo súper bien”, explicó mientras recibía terapias preventivas de ultrasonido.

Las terapias trabajan con el ligamento y los músculos.

“Él está bien. No queremos esperar a que esté lastimado para hacer esto”, detalló su terapista Armando Negrón, quien lleva con el equipo desde que comenzaron la iniciativa hace siete años.

A eso de las 12:30, con el sol en su momento pico, miles de caminantes que sin importar el calor se mantenían llenos de energía llegaron al primer oasis en el kilómetro 29 de Río Grande.

Mañana esperan estar saliendo de Canóvanas entre las 9:00 y 9:30a.m. para completar el trayecto más largo de esta edición, 13.8 millas hasta llegar al balneario de Carolina.