De aquella noche no recuerda mucho, lo que tiene son “flashbacks”, retazos. Pero hay una cosa que Dayanara Torres no olvida de aquel histórico 21 de mayo de 1993 en Ciudad México, cuando se convirtió en la tercera puertorriqueña en lograr el título de Miss Universe. Una sola cosa de aquella noche que le cambió la vida.

“Recuerdo que quería ver a mi mamá después que me coronaron y, cuando finalmente la vi, le dije: ‘¡Mami, tienes que llamar a Puerto Rico para que sepan!’. Y ella me contestó: ‘Muchacha, ya todo el mundo lo sabe’”, expresó, y luego rió al rememorar su ingenuidad en ese momento.

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Este año se cumplen dos décadas de la coronación de Dayanara Torres como Miss Universe. Fue la tercera puertorriqueña en lograr la corona, después de Deborah Carthy Deu (1985) y Marisol Malaret (1970).

Esa victoria de 1993 la celebró el pueblo puertorriqueño, y provocó que la vida de la entonces joven de 18 años del pueblo de Toa Alta diera un giro de 180 grados.

“No puedo creer que ya hayan pasado 20 años porque para mí parece que fue los otros días... Para mí representó una alegría increíble y fue una bendición contar con toda mi familia en aquel momento y saber que Puerto Rico entero se llenó de alegría. No fue un triunfo para mí y para mi familia, sino para mi país”, manifestó la ex reina en entrevista telefónica con Primera Hora, desde la ciudad de Los Ángeles, donde reside con sus hijos Cristian (12) y Ryan Anthony (9), frutos de su relación con su ex esposo, el cantante Marc Anthony.

Dayanara Torres era apenas una joven de 17 años de edad cuando los missiólogos Víctor Mercado y Javier Ríos la “descubrieron” con su mamá, Luz Delgado, en la plaza pública de Toa Alta. Bastaron dos preguntas: de qué pueblo era y qué edad tenía. Al otro día, los caballeros llamaron a su mamá con una propuesta: Querían que Dayanara representara al pueblo de Toa Alta en Miss Puerto Rico.

“Se comunicaron con mi mamá al trabajo porque ni teléfono teníamos en mi casa, y cuando mami me dijo lo que ellos querían, yo le dije que no, que yo no sabía nada de eso. Nunca crecí con esa ilusión de participar en un concurso de belleza, aunque los veía todos. Pero como que nunca yo me imaginé estando ahí”, relató.

Al final, aceptó y se preparó para competir en Miss Puerto Rico, que en ese entonces estaba a cargo de la fenecida Ana Santisteban. Dayanara mantuvo en secreto su participación para sus amigos de escuela superior, a excepción de su mejor amiga, a quien se lo había confesado.

“Yo tenía el pelo bien rizo hasta las caderas y rubio porque me ponía esos sprays de playa, y cuando llegué en enero a la escuela con el pelo corto, negro y lacio, la gente me decía: ‘¿qué tú te hiciste?’. Pero yo no le decía a nadie. Hasta que gané”, aseguró.

Luego vino Miss Universe, donde era la menor de todas las candidatas, con 18 años. Era la primera vez que viajaba lejos de su familia y los nervios no la dejaban dormir los primeros días. A medida que iban pasando los días, ganó confianza en sí misma.

“Cuando me sacaron entre las 10 semifinalistas, yo misma decía ‘esto es bueno para Puerto Rico, jamás pensé llegar hasta aquí’”. Pero llegó más lejos: ¡Ganó!

Después del triunfo

La corona de Miss Universe representó para Dayanara Torres el inicio de su nueva vida. Como reina, trabajó con Unicef, modeló, actuó y viajó a diversos países que jamás imaginó, incluyendo a Filipinas.

Fue en este país que entregó corona en 1994 y donde vivió por cinco años, luego de recibir ofertas para animar, actuar y cantar.

“Allá hice películas, animaba dos programas de televisión y tuve mucho, mucho trabajo. Creo que mis fans son 50 por ciento de este lado y 50 por ciento de allá”.

¿Por qué te fuiste de Filipinas?

Creo que llegó el momento que estaba haciendo lo mismo todas las semanas y quería explorar otras cosas. Además, ahí es cuando firmé con la compañía disquera en Puerto Rico.

Dayanara Torres lanzó en 1997 una producción discográfica de la que se desprendió la canción Jeringonza, aquella cuyo coro decía algo como “Chi da chi me chi un chi be chi so”.

¿Te arrepientes de esa etapa como cantante?

¿Quieres que te dé la contestación de reina o la de verdad? (risas). Lo que pasó es que en ese momento yo estaba más bien escuchando a los demás sin escuchar mis propias decisiones. El estilo que querían (los productores) era algo más juvenil y no tan serio como lo que yo imaginaba. No fue algo con lo que estaba totalmente enamorada y después me di cuenta que no era lo que quería. Pero lo intenté.

La “Linda Sara”

Dayanara Torres estará toda la vida agradecida del cineasta puertorriqueño Jacobo Morales por haberla introducido en lo que se convirtió en su gran pasión: la actuación.

Siendo Miss Universe, Jacobo Morales le ofreció a la reina formar parte de su proyecto cinematográfico Linda Sara junto con el cantante Chayanne.

Dayanara aceptó sin reservas y con una gran ilusión.

“Gracias a ese proyecto surgió la idea de seguir haciendo películas. Fue mi primer proyecto, en el que aprendí muchísimo. De ahí en adelante, tomé la actuación como algo muy serio”.

De hecho, Dayanara ha continuado actuando y su más reciente proyecto fílmico fue la película puertorriqueña 200 cartas, que estrenará el 12 de junio en la ciudad de Nueva York. Esta es la segunda película puertorriqueña que realiza después de Linda Sara.

Mamá primero

A pesar de todas las facetas que ha tenido, la que más disfruta Dayanara Torres es la de madre. Su vida gira alrededor de sus hijos Cristian y Ryan, cuyo padre es el cantante Marc Anthony, con quien estuvo casada por cuatro años.

“Siempre he dicho que mi rol de mamá es primero. He dejado pasar oportunidades porque me alejan mucho tiempo de mis hijos. A mí me encanta lo que hago, pero definitivamente soy mamá primero”, acotó.

La actriz señaló que, gracias a la Internet, sus hijos han podido ver vídeos del momento en que fue coronada como Miss Universe, pero que todavía no entienden muy bien lo que representó ese triunfo.

“Creo que el mayor, Cristian, es el que entiende más lo que pasó porque sus amiguitos en la escuela le han dicho emocionados: ‘Tú mamá fue Miss Universe’”, comentó entre risas.

Hoy, a 20 años de aquel momento, ¿te arrepientes de haber participado?

Es difícil contestar algo así ahora que tengo mis hijos y que las cosas han cambiado. Quizás si hubiese sido hoy, no hubiese participado, pero en aquel momento, con 18 años, para mí aquello era una aventura.

Si no hubieses ganado, ¿qué crees que hubieras hecho?

Quizás hubiese regresado a la Universidad de Puerto Rico a estudiar odontología. Pero la vida tomó un giro que nadie se lo esperaba.

Dayanara siempre ha sido mencionada por su humildad, sencillez y esa gran sonrisa que la caracteriza