Por mucho tiempo, los actores Alfonsina Molinari y Jorge Castro escucharon cuentos de todo tipo sobre lo que se experimenta con la llegada de un hijo. Algunos los creyeron, otros no tanto, pero todos los confirmaron desde el momento en que vieron nacer a Olivia Gabriela. 

Él lo compara con la entrada a un “club secreto al que pertenece mucha, mucha, mucha gente” y donde de inmediato confirmó todo lo que por años escuchó.

“Es la experiencia más gratificante que he tenido en toda mi vida”, confiesa el actor con un amor que se refleja en sus ojos, en sus palabras, en la forma de mirar a su esposa y mucho más en su acercamiento con su hija.

“Una vez sales del parto de tu esposa, tu admiración hacia ella se triplica. La admiración que siempre he sentido por mi esposa es mucho mayor, no solamente por haber pasado el proceso, sino porque las mujeres son parte de un gran milagro, que es dar vida”.

El parto por vía natural se extendió 14 horas, siendo las últimas seis las más dolorosas, relató de la madre. Ese momento Alfonsina lo compartió con su esposo, su madre, la actriz Johanna Rosaly, y una doula, además del doctor Castañer, quien una vez tuvo fuera la cabeza de la bebé, le permitió a ella usar sus manos para terminar de sacar el cuerpo y llevarla a su pecho. 

“Ahí subieron mis llantos”, comentó Jorge.

“Mi instinto en ese momento fue más de preocuparme por ella, de que estuviera bien. De hecho, ella nació y comencé a pedirle perdón, porque el parto fue largo y los bebés pasan trabajo también”, contó la actriz y productora.

Al igual que lo compartió Jorge, para la nueva mamá la llegada de su “princesa”, como la llamó en algún momento durante la entrevista, ha sido enfrentarse a un amor único, puro. 

“Yo me doy cuenta del amor tan grande, sobre todo en los momentos difíciles, o sea, cuando la chica está un poco cranky, o estoy realmente agotada que me caigo del sueño, me doy cuenta de que no me importa, que si hay que levantarse de nuevo y amamantarla de nuevo no hay ningún problema, y ahí me doy cuenta de que hay un desprendimiento total”.

La presencia de la abuela Johanna fue tan especial como útil, porque se encargó de tomar las fotografías y vídeos que Jorge no alcanzó hacer, aunque llegó a tomar las que las lágrimas le permitieron.

“Fue muy bonito poder darle a ella también la experiencia de ver eso, porque ella dice ‘yo parí tres hijos, pero yo no lo vi, porque los estaba pariendo’. Entonces verlo desde la otra perspectiva fue algo bien especial”, compartió Alfonsina, quien procura la participación de su esposo en todo lo que se relacione a la bebé. Y eso incluye desvelarse con ella, cambiarla, cuidarla… 

“Nosotros vivimos en una sociedad bastante matriarcal y he estado tratando de darle a Jorge todo su espacio, él es tan papá como yo soy mamá, lo único que no puede hacer es lactar y me da pena que no lo pueda hacer”, afirmó la presentadora invitada de esta semana en el programa Telemundo de noche.

Olivia Gabriela es rosadita, tranquila, hermosa. 

“Es una máquina de comer”, casi grita el padre, mientras la madre lo celebra por la salud que eso representa.

La pareja no tiene ahora mayores preocupaciones que no sea disfrutar cada instante de su “proyecto de vida”. Sus agendas, inclusive, las coordinan para que uno de ellos no falte en el cuido de la niña. Será así hasta enero, cuando coincidirán en una producción.

“Nosotros comenzamos una relación romántica cuando ya teníamos algunos años de experiencia, una madurez, y nos tocó la bendición de ser padres a esta edad. Quizás no tenemos la fortaleza física ni la energía de alguien que tiene ventilargos y treintipocos, pero tenemos la tolerancia, tenemos la madurez para gozarnos las cosas y que las cosas nos afecten menos”, concluyó el papá.