Desde el punto de vista de relaciones públicas, la más reciente controversia que rodea al reguetonero puertorriqueño William Landrón “Don Omar” por violencia de género es un caso extremadamente sensitivo que requiere un plan de acción inmediato, agresivo y efectivo para tratar de devolverle al artista “una buena imagen”.

Al menos así lo consideraron ayer varias relacionistas públicos especializadas en entretenimiento consultadas por Primera Hora.

“La crisis por la cual atraviesa Don Omar es fuera de lo normal y tendrá una repercusión mediática importante que pudiera lacerar su carrera e impactar la opinión pública negativamente”, consideró por su parte la relacionista público Uka Green.

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De acuerdo con Green, en casos como estos, es preciso que el profesional de relaciones públicas trabaje de la mano con el equipo legal del artista y midan el caso en su justa perspectiva.

“El canal de comunicación del relacionista con los medios debe permanecer abierto para que el público se entere de lo que está pasando, aunque no hayan comentarios que ofrecer en el momento o que haya que referirlos a los abogados (del cliente)”, agregó una de las integrantes de El panel de lujo del programa Tu mañana de Univisión.

La escritora consideró, además, que involucrar a una figura inmersa en un escándalo de estas proporciones en una campaña caritativa para limpiar su imagen no es la solución correcta.

“Creo también que debe hacerse una conferencia de prensa una vez se ventile el caso en los tribunales, independientemente de cuál sea el desenlace. La figura pública, además, siempre debe dar la cara, ir de frente, ser franco, no esquivar a la prensa y decirles con respeto que no puede hablar, si es el caso, pero no esquivarlos. Claro, los medios también tienen que entender si el artista no puede comentar nada por órdenes de sus abogados”, observó Green.

Por su parte, la relacionista público Lidda García Acosta, presidenta de Grandes Evento, opinó que un caso como el de Don Omar debe trabajarse desde el ofrecimiento de información exacta y correcta de todo lo que está aconteciendo.

“El envío de información debe darse tomando en cuenta aquellos detalles que no afecten el proceso judicial que está enfrentando. Cuando hay un caso judicial, hay que esperar que el proceso transcurra en su totalidad basado en el derecho de que toda persona es inocente hasta tanto se pruebe lo contrario”, puntualizó García Acosta.

La relacionista también enfatizó que en casos como estos hay que ser extremadamente cuidadoso con el manejo de información para evitar malos entendidos.

“El público debe entender lo que está sucediendo con el artista, debe comprender el proceso legal y judicial que enfrenta, y los medios son el vehículo más idóneo para llevar la información”, señaló García.

La profesional también enfatizó en la importancia de comunicar con veracidad y certeza, “ porque esto evitará que el artista sea enjuiciado por el público antes de haber pasado por el proceso legal. Los abogados son los adecuados para explicar e informar sobre ésto, ya que conocen las interioridades del caso y las leyes aplicables al mismo. Una vez el juicio se vea en su fondo, la comunicación deberá fluir de la misma manera, procurando siempre hablar con la verdad”, consideró.

Por otro lado, la relacionista público Wilda Santamaría apostó a una campaña positiva de comunicación abierta por parte de Don Omar con los medios noticiosos, algo que según opinó ha sido difícil de lograr “porque Don Omar es y ha sido un artista que se ha mantenido extremadamente al margen de los medios de comunicación, siendo parco y evasivo con la prensa en todo momento”, observó.

“Luego de tantos problemas con la ley entiendo su imagen ya ha sido tronchada y la gente no ve al artista como un ejemplo a seguir, ha perdido credibilidad con el pueblo. Como relacionista del artista sería consciente de que es mucho el trabajo que hay que hacer para limpiar su imagen. Que no se esconda y confronte la situación y su responsabilidad. Si es culpable o no, que pueda sacar de lo negativo algo positivo. Por ejemplo, en este caso, si sale culpable y realmente lo hizo que busque ayuda y haga lo correcto afrontando la ley y recibiendo algún tipo de terapia. Así servirá de ejemplo a tantos otros. Si no lo hizo, que igual se oriente y busque alguna entidad de maltrato a las mujeres a la que pueda apoyar y lleve el mensaje al pueblo”, agregó Santamaría.