“Shorty” Castro, uno de los comediantes más queridos del País, falleció esta madrugada, a los 89 años, confirmó esta mañana el productor Luisito Vigoreaux.  

Castro se encontraba desde hacía varias semanas residiendo en el hogar de una nieta en Altamonte Springs, en la Florida, debido a que su casa en Bayamón carecía de electricidad desde el embate del huracán María.

Los nietos Yarelis y Jorge Montañez informaron a este diario que el artista murió cerca de las 4:00 de la madrugada, por complicaciones en la enfermedad de cáncer, que ya se le había regado por todo su sistema, y que se sumaba a sus condiciones cardiacas. “Él tenía el cáncer regado, ya le había cogido todo”, indicó la nieta por vía telefónica. “En el último mes estaba con morfina porque los dolores eran demasiado y dejó de comer y de hablar”, agregó Yarelis.

El cuerpo de Castro será trasladado a la isla para las exequias fúnebres. El nieto adelantó que habrá algún velatorio en el pueblo de Bayamón, donde el comediante residió gran parte de su vida, y posteriormente será llevado a su natal Mayagüez, donde se le realizaría la “fiesta” que según los familiares él pidió para una vez llegado este momento.

La familia solicitó la caridad de los admiradores de Castro para poder sufragar los gastos fúnebres. Los donativos pueden ser depositados en el Banco Popular en la cuenta llamada “Amigos de Shorty” con el número 050-464728, o a través de ATH Móvil al 787-213-6941.




El comediante falleció en horas de la madrugada, en la residencia de su nieta, Yarelis Semidey, indicó el otrora animador de televisión Roberto Vigoreaux, quien actualmente reside y trabaja en Orlando, Florida,

“Él llevaba dos semanas bien malito. Estuve con él el miércoles de la semana pasada y ya no respondía”, comentó Roberto Vigoreaux, quien además resaltó los buenos cuidados que tuvo el comediante por parte de su familia.

“Cuando lo fui a ver, él tenia todo lo que necesitaba. La familia lo cuidaba muy bien”, dijo.

Trascendió que el cuerpo será trasladado a la isla para recibir el último adiós en el pueblo natal de Castro, la Sultana del Oeste.

Castro se encontraba desde hacía varias semanas residiendo en el hogar de su nieta en Altamonte Springs, en la Florida, debido a que su casa en Bayamón carecía de electricidad desde el embate del huracán María.




El actor se alojaba en el apartamento también junto a su nieto otro Jorge Montañez, quien se ocupaba de él y gestionaba un apartamento para vivir con mayor comodidad.

"Está bien mal, cansado, delicado, durmiendo mucho más que despierto por los medicamentos", explicó recientemente Montañez, quien indicó que Shorty ya contaba con un equipo médico que lo asistía en casa.

La salud del llamado "Gigante de la Comedia" venía desmejorando desde el 2015, cuando los médicos le habían indicado que tenía el corazón recrecido. El año pasado estuvo hospitalizado durante un par de meses debido a una operación para removerle una obstrucción intestinal, que se complicó con caída que afectó el área de la herida de la cirugía. Además usaba un marcapasos. 

Castro fue una de las figuras claves en el desarrollo de la comedia televisiva en el país -junto a colegas como José Miguel Agrelot, Tommy Muñiz, Elín Ortiz, Adalberto Rodríguez “Machuchal” o Efraín López Neris- durante la llamada “época de oro” de nuestra televisión.

Trayectoria

Ysrael “Shorty” Castro Vélez es considerado una de las grandes figuras de nuestra comedia, aunque solo medía cuatro pies y 11 pulgadas. Actor, libretista, presentador radial, cantante y compositor son algunas de las facetas que cultivó durante una carrera que se extendió por más de 60 años.

Nació el 28 de enero de 1928 en el barrio La Quinta, de Mayagüez, hijo de don Juan Castro y Victoria Vélez (doña Vito). Fue un apasionado del béisbol y llegó a trabajar con el equipo de los Indios de Mayagüez repartiéndoles los uniformes a los jugadores antes de cada partido. Fue precisamente uno de los jugadores de la época, Artie Wilson, quien le puso el apodo de “Shorty”, con el que se daría a conocer artísticamente.

El llamado por las artes lo tuvo desde pequeño. Ya a los cuatro años, según reseñó en una de sus columnas Edgardo Huertas, historiador de nuestra televisión, tocaba maracas para acompañar a una tía que cantaba. Y en la escuela elemental organizaba grupos musicales para tocar las congas. 

Su pasión por la música siempre estuvo ahí y para la década de 1950 cantaba y tocaba conga y timbales con la orquesta Happy Hills de San Germán, con la que grabó en sus primeras grabaciones. Igualmente, estuvo con las orquestas de William Manzano, Roberto Ortiz, Fiesta y Mingo y su Whoppie Kids.

Fue precisamente la música la que le dio su entrada a la televisión: una invitación a tocar las congas con el grupo Los Pájaros Locos en el programa “La taberna India” junto a Ramón del Rivero (Diplo). Pero la repentina muerte de Diplo impidió que se concretara dicha oportunidad.

Como muchos artistas puertorriqueños, Shorty se fue a Nueva York, donde laboró junto a Myrta Silva y Bobby Capó, oportunidad que sirvió para demostrar su talento para la música y la comedia. 

A su regreso a Puerto Rico, Tommy Muñiz lo invita a presentarse nuevamente en La Taverna India junto a Cortijo y su Combo. Con don Tommy, Shorty trabajó como utilero. Fue el inicio de una amistad y relación profesional que lo unió no solo a uno de los productores más prolíficos de nuestra televisión, sino a un elenco que escribió la historia de ese medio en la Isla. 

Con Tommy Muñiz actuó en producciones como Hogar, dulce hogar (en el papel de Napoleoncito), Desafiando a los genios y Esto no tiene nombre, entre otros. Allí, gracias a su gran ingenio, nacieron personajes como Ramoneta Cienfuegos de la O, Don Bernabé, Armando Galán y Figura, El Conde París, Panchito Zapata y Camellito, uno de sus más queridos.

Como "Medio Metro" integró el elenco de la película "La criada malcriada" de 1965 junto a Velda González, Luis Antonio Rivera "Yoyo Boing", Tino García, Jacobo Morales, Tommy Muñiz y Emma Rosa Vincenti, entre otros.

Otras intervenciones en television incluyeron “Enemigos íntimos” y “Qué suerte que es domingo”.

A mediados de 1980 dio el salto a Telemundo con “Los kakukómicos” y “Operación Ja Ja”; y en la siguiente década regresó a Wapa en “El Kiosko Budweiser” y “Entrando por la cocina”, comedia para la que volvió a inventarse un personaje: el de “Policarpio Handyman”.

En esa época se destacó como parte del elenco de la comedia teatral “Amor en La Hamaca”, para la que muchas veces se encargaba de hacer el "warming up" del público con sus chistes. 


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