El deceso del simpático  “Hígado de Ganso”, a casi un mes de cumplir los 84 años,  fue confirmado por su esposa Vilma Viñas.

Octavio Ramos Pumarejo, nombre de pila del cantante, sufrió una recaída de salud la semana pasada y tuvo que ser recluido en el mencionado hospital. De hecho, entonces se anunció a través del programa Dando candela (Telemundo) que la familia del artista no estaría ofreciendo entrevistas. 

La salud del pintoresco cantante se mantuvo deteriorada debido a una serie de problemas cardiovasculares que lo mantuvieron entrando y saliendo del hospital.  

Sus afecciones se tornaron recurrentes desde diciembre de 2011, cuando sufrió un leve derrame cerebral que lo obligó a reducir su carga de trabajo. En octubre de 2013, renunció a su participación en el programa Así canta Puerto Rico, del Canal 6, luego de ser operado para colocarle un marcapasos debido a una disminución de los latidos de su corazón. 

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Al cierre de esta edición se desconocían los detalles de los actos fúnebres.

Orgullo criollo

Tavín Pumarejo nació el 12 de octubre de 1932 en el barrio Río Cañas de Caguas. El hijo de Canuto Ramos y Peregrina Pumarejo se crió en un ambiente rural donde acostumbraba a ayudar a sus padres en la cosecha de frutos para el sustento de su familia.

Cultivó la canción jíbara desde su juventud gracias a la influencia que tuvo en él uno de sus vecinos: el reconocido trovador Florencio “Flor” Morales Ramos, mejor conocido como “Ramito”. La vena cómica la supo combinar con la música, sacándole particular provecho a su tartamudez a lo largo de su carrera.

Debutó artísticamente en la década de 1960. Tuvo su primera oportunidad en la televisión de la mano de Los Hispanos, luego de lo cual Alfred D. Herger le produjo en 1965 el disco El lonplein de la montaña. A ese le siguieron Hígado de Ganso con sabor a cohítre, Ganador de Plátano de Oro, Con su tuna… fish; Trullando en Navidad y Paco en la intimidad.

Tavín adoptó la imagen del jíbaro como su sello distintivo y la pava como pieza indispensable de su atuendo, que complementaba con un viejo maletín de doctor con diversas piezas de utilería con las que divertía al público en sus presentaciones. Así es recordado por su sección en el desaparecido Show de las 12, de Telemundo, en la que interpretaba alguno de sus temas luego de mantener un jocoso intercambio con el público en el estudio. 

Su popularidad creció durante la década del 1970, cuando sus ocurrencias le daban la chispa de comicidad a varios de los programas que Paquito Cordero producía para el canal 2, como la revista dominical Lo mejor de la semana. Fue en esa época que se convirtió en figura central de las gasolineras Texaco con su personaje de “Paco”. 

En 1984 renovó su carrera musical con el gran éxito radial La finquita, quinto corte del disco Merengues jíbaros que grabó junto al Conjunto Quisqueya. Como ocurrió en años anteriores, esa Navidad el tema fue el suceso de las fiestas por su chispa y picardía. Repitieron la fórmula el año siguiente con La combinación ganadora, que incluía La finquita II; y en 1986 con el disco Con el Conjunto Quisqueya.  

Sus colaboraciones con artistas establecidos resultaron en un gran acierto, cosa que volvió a intentar con igual éxito en 1992 al grabar junto a Los Saxofones de Mayagüez y con José Miguel Class (“El gallito de Manatí”) en 1998, cuando compartieron voces en Los gagos parranderos.   

Comenzado el nuevo milenio, Tavín se unió al programa Así canta Puerto Rico, que Luisito Vigoreaux comenzó a producir para WIPR en 2002. Se trataba de un programa semanal que destacaba la música jíbara, desde veteranos a nuevos intérpretes.

Tavín Pumarejo se casó el 12 de octubre de 1962 con Vilma Viñas, con quien tuvo dos hijas. Aparte de su carrera artística, Pumarejo fue un exitoso propagandista médico por más de 30 años hasta su retiro.