La actriz y cantante estadounidense Demi Lovato habló con la revista “American Way” sobre su pasado de adicción a las drogas y desórdenes alimenticios.

Lovato explicó que tanto su madre como abuela tenían problemas de alimentación e imagen corporal, por lo que para ella era difícil no crecer de esa manera. Además, su participación en concursos de belleza desde que era muy niña contribuyó a sentirse juzgada por su aspecto.

Cada que subía de peso, sobre todo al crecer, se veía y pensaba que en realidad esa no era ella.

Los problemas continuaron para Demi durante su adolescencia, pues comenzó a consumir alcohol, cocaína y medicamentos, por lo que entró en una clínica de rehabilitación en 2012 y vivió en una casa de sobriedad en Los Ángeles el siguiente año. Además en 2015 reveló que es bipolar.

“Una vez que empecé a comer de nuevo, las otros problemas empeoraron. Vivía rápido e iba a morir joven. Pensé que no llegaría a los 21 años”, confesó.