La modelo Bebé Maldonado apenas se recupera del susto que pasó ayer cuando su hija, Andrea Mya González, sufrió una lesión que la llevó al hospital.

La también radio personality, quien labora en el espacio radial “Jesse y Bebé en Salsoul”, compartió con Primera Hora que el incidente tuvo lugar en un parque de trampolines en Gurabo.    

“¡Estoy amanecía!”, reveló. “¡Yo con mi empeño de complacerla tanto!”, manifestó, confesando sentirse culpable por llevar a la pequeña de 13 años y sus tres amigas al lugar.

“No estuvimos ni diez minutos. Andrea dio un brinquito, y otro brinquito, y de momento da otro y se va de frente, de rodillas. Yo estaba en el pasillo”, describió.

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“Yo corrí donde ella. Me dijo: ‘mami, sonó algo’. Rápido le puse las piernitas juntas. Ella comenzó a sudar, yo pensé que era del susto. Se levanta para caminar, y se marea”, relató la modelo, quien enfatizó que el personal del parque, a donde Andrea ha ido varias veces, se portó muy atento en todo momento.

A raíz del incidente, Maldonado decidió llevarla a hospital. “Le enderezaron la patela, que estaba fuera de sitio, por encima de la rodilla (derecha)”, describió la modelo, haciendo referencia al pequeño hueso que se encuentra enfrente en la rodilla, en la parte baja del fémur. “¡Eso fue a grito limpio! ¡Hasta me mordió el brazo!”, explicó.

A la adolescente le inmovilizaron la pierna, y fue referida a un ortopeda para un yeso. “Hoy bien temprano, a las 6:00 de la mañana, ya estaba de camino a Manatí, al Dr. Onix Reyes, que es el ortopeda que la ha tratado toda su vida”.

La sexy modelo añadió sentirse agradecida “de que no fue la rodilla que tiene la pausa (de crecimiento), que tiene ocho tornillos”. En entrevistas pasadas, ha explicado que la menor nació con una pierna más corta que la otra, “y mi nena ha pasado muchas operaciones”.

Maldonado observa con tristeza que es el tercer verano consecutivo en que la pequeña requiere de un yeso. “El año pasado fue una mano, y el anterior, por un procedimiento de su tratamiento”, añadió.

A su vez, reflexiona consternada que “no sé si es que la velo tanto, no sé si es que la protejo demasiado, que le pasan estas cosas. Quizás debo soltarla un poco más”.

Dentro de todo, aunque adolorida, la menor está de buen ánimo. Según la modelo, ella y las amigas con las que estaba en el parque “son tan unidas, que me han insistido para cuidarla”.