Formar parte de los recursos que trabajan con las participantes del concurso “Nuestra Belleza Latina (NBL) VIP” , es para la nutricionista Ingrid Macher una segunda oportunidad de lograr su sueño de trabajar en televisión.

“Cuando me gradué de periodista en la Universidad del Sagrado Corazón, mi sueño era estar frente a una cámara y nunca lo pude hacer porque era una mamá soltera, tenía que trabajar, tenía deudas y no podía, pero al ver que Dios me dio esa oportunidad, después de todas las pruebas que he pasado y poder rehacer mi vida, edificarme, ser mejor mujer y ser mejor madre, eso es lo que le quiero decir a la mujer que está afuera. Yo quiero decirles: ‘Dios te abre las puertas a segundas oportunidades. Tómalas. Y nunca, nunca, nunca dejes que nadie te diga que no puede ser o que te derrumben los sueños”, manifestó la coach de vida colombiana en entrevista telefónica.

Macher es una de los profesionales que integran el llamado “Escuadrón de la Belleza” de “NBL”. Su responsabilidad es cuidar la dieta de las concursantes y guiarlas hacia un estilo de vida saludable.

“Lo bueno es que Univisión ha hecho un ‘team’ conmigo para que puedan obtener la ayuda que necesitan en ese aspecto que es la alimentación, y hemos hecho, como quien dice, una mancuerna para ponernos de acuerdo y darles a esta niñas lo que ellas necesitan para poderse mantener bien en el concurso”, explicó.

En esa tarea, trabaja de la mano con el entrenador físico Darian Álvarez.

Indicó que uno de los retos mayores que enfrentan las chicas en el concurso es poder armonizar sus planes alimenticios con sus cargadas agendas.

“A ellas a veces les cuesta trabajo, por ejemplo, comer seis veces al día, Tienen unas rutinas muy intensas todo el día. A veces no pueden comer a tiempo, entonces, no es tanto lo difícil, sino es tener el tiempo para poder explicarles a todas ellas individualmente, porque todas son distintas”, sostuvo.

Por ejemplo, mencionó a la boricua Catherine Castro, a quien se le diseñó un plan de alimentación reducido en carbohidratos debido a que tenía unas libras por encima del peso requerido, según los estándares de la competencia. Por el contrario, la también puertorriqueña Patricia Corcino es muy delgada y tiene problemas para subir de peso, según señaló. Sobre esta última, indicó que tiene el metabolismo muy acelerado, por lo cual a ella no se le pueden limitar los alimentos.

“Hay unas que tienen el metabolismo muy rápido y hay que darles mucha comida. Hay otras que están un poquito pasaditas de peso y hay que hacerles un plan de comida diferente, y hay otras que son muy jóvenes, son normales y les conviene comer cada tres horas”, abundó.

También destacó que muchas de ellas entraron a la competencia con dietas extremas con las cuales no ingieren los nutrientes necesarios para el funcionamiento saludable del cuerpo.

“Yo creo que el público debe entender que no todas las niñas vinieron tan preparadas como se ven. Algunas eran o muy ‘fitness’, muy fisiculturistas, de estas niñas que se pusieron a comer solamente pescado y espárragos. Otras intentaron, con los medios que tenían, de llevar hábitos de vida saludables, pero haciéndolo incorrectamente y hay otras que se dejaron coger la delantera y vinieron con unas libritas demás y obviamente, les ha costado un poquito más adaptarse a Nuestra Belleza Latina”, sostuvo.

No obstante, aclaró que entre las competidoras ha habido apertura para acoger sus dietas individualizadas, aunque alguna que otra, haya tambaleado.

“Hay algunas que se han portado mal, pero eso normal, un pequeño resbaloncito, como comerse un muffin”, comentó.

En general, dijo, trabajó con la distribución de carbohidratos en el desayuno y el almuerzo. Mientras, en las tardes, la dieta se concentra en el consumo de fibra y proteína, “muchos vegetales verdes y pescado de buena calidad, pollo, pavo, carnes magras, frutas de bajo índice glucémico y grasas buenas como las nueces y el aguacate”.