El periodista cubano Ismael Cala está dispuesto a dejar su programa de televisión y su carrera como reportero de la cadena CNN en español para dedicarse de lleno a ser líder de crecimiento personal.

En una reciente visita que realizó a Puerto Rico, con motivo de la conferencia Global Innovation Initiative, el periodista compartió con Primera Hora que no hay nada que le brinde mayor satisfacción en la actualidad que ser motivador.

“Me da más satisfacción hacer esto que incluso el programa porque entiendo que aquí no hay artificios y que la gente viene a ver un ser humano”, comunicó.

El periodista estableció que separa a Cala –el reportero de CNN– de Ismael, a quien considera el ser humano y no el personaje televisivo.

“Este es mucho más íntimo y en mis conferencias yo no tengo la censura de un medio. Como periodista, yo tengo total independencia para decir las cosas, pero es un medio de televisión y no puedo ponerme a decir lo que me de la gana. En las conferencias lo hago porque entiendo que existe esa intimidad y porque no se va a malinterpretar”, manifestó.

Ismael Cala contó que comenzó a formarse como motivador cuando entendió que podía utilizar el vehículo de la comunicación como una forma de ayudar a los demás. Destacó que no pretende ser un “gurú espiritual ni un monje budista”, sino que sencillamente quiere compartir estrategias de crecimiento personal con el público. Eso es lo que desea lograr con su libro El poder de escuchar, que saldrá al mercado el 6 de agosto.

“Yo no pienso que el mensaje de Ismael Cala es para todo el mundo. Yo pienso que hay gente que se va a identificar conmigo y que mi mensaje de vida les va a poder ayudar y otros que van a decir: ‘¿Y este periodista qué hace ahora tratando de meterse en eso?’ Y bien por ello, respeto su escepticismo”, continuó el reportero.

El periodista, quien empezó en la televisión cubana a los 15 años de edad, salió de Cuba en 1998 con una carrera como periodista, locutor y animador de radio y televisión. Vivió por varios años en Toronto (Canadá), donde trabajó y estudió, antes de mudarse a Estados Unidos.

“Esos años (en Toronto) no fueron fáciles. El primer año trabajé como mesero mientras aprendía inglés en dos escuelas para emigrantes. Ya en mi segundo año pude hacer mi examen de admisión y entré a la universidad”, destacó.

Ismael Cala confesó que tuvo una infancia difícil, ya que viene de una familia de tres suicidios y un padre esquizofrénico. Fueron precisamente esos problemas de su infancia los que de adulto lo llevaron a comprar un “paquete de autoayuda” de Anthony Robbins, que le ayudó a perder el miedo y a “no ser esclavo de mi mente”.

“Cuando me di cuenta que yo a los 14 años tuve que ir a ver a mi padre en un hospital psiquiátrico donde parecía un zombie después de haberle dado electro shocks y que era un espejo con el que yo me tenía que mirar, yo empecé a buscar respuestas y las encontré, no necesariamente en las religiones, aunque creo en Dios, las encontré en todas esas lecturas”, concluyó.