La idea de crear un “megaproyecto” para ayudar a los demás siempre había estado en la mente de Joyce Giraud. Cinco meses postrada en una cama para asegurar la vida de su hijo intensificaron las ganas de hacerlo, cuenta. Y verlo jugando en la playa con su otro vástago, ambos saludables y felices, cuajó sus deseos de agradecerle a la vida tanta dicha.

Con ese objetivo, la Miss Universe Puerto Rico 1998 estrena su más reciente “bebé”, Queen of the Universe Pageant, un certamen de belleza centrado en ofrecer a las concursantes una plataforma para alcanzar sus metas artísticas al tiempo que establecen un “compromiso firme y serio” con instituciones benéficas, explica la actriz boricua en entrevista con Primera Hora.

“Es bien fácil decir: ‘Yo quiero la paz mundial’ y después no hacer nada. Mi sueño era crear conciencia y a la vez darles a las chicas un trampolín para que sean actrices, cantantes, lo que quieran ser, así como Miss Universe me ayudó a mí”, amplía la segunda finalista de ese título en 1998.

Aunque cada participante tendrá una entidad sin fines de lucro a la que respaldará, los recaudos que se levanten en general se destinarán a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), con la que Joyce tiene una relación especial por dos razones.

La primera es que el apoyo al financiamiento de esa organización ha sido una de las pasiones que comparte con su esposo, el cineasta alemán Michael Ohoven, incluso desde antes de casarse, hace casi 10 años; y también con la madre de él, Ute-Henriette Ohoven, una de las seis embajadoras.

La segunda es que se trata de una de las instituciones que, según la actriz de Hollywood, ataja la desigualdad en el mundo al preparar informes “sumamente reveladores” acerca de la falta de educación para los niños y, de inmediato, emprender la construcción de escuelas.

“Una reina (de belleza) tiene un poder que no se imagina. Con la moda y la belleza se puede hacer mucho, y yo quiero que ellas logren sus sueños dentro de un marco cien por ciento de charity (caridad)”, establece desde la costa aledaña al hotel Ritz Carlton, en Isla Verde.

Dolor feliz

Premisas como esa se gestaron junto con Michael Valentino Mario Arthur Benjamin, nacido el 5 de febrero de 2011 luego de cinco meses de hospitalización severa.

“No me dejaban ni ir al baño. Venían mis amigos y me decían: ‘Tuve un mal día’, y luego me veían y reconsideraban. Mis embarazos son lo más duro y a la vez lo más bello que me ha pasado”, resumió quien también es mamá de Leonardo Alexander Michael Mario Benjamin, de tres años de edad y por quien sufrió de otro embarazo de alto riesgo.

En la actualidad, “los tres nenes” –considera a su esposo uno de ellos– gozan de salud, bilingüismo en español e inglés y una riqueza multicultural dentro de la cual su madre cela la raíz boricua.

“Celebramos las festividades nuestras, las alemanas y hasta las judías, porque tenemos muchas amistades judías. Creo que es bueno que desde bebé tú aprendas el respeto a la diversidad, y también la belleza que hay en la diversidad”, puntualiza “Lassie”, como la llama su familia por su abundante melena.

Más “justo”

En esa línea de pensamiento, Queen of the Universe Pageant admite a madres y a chicas casadas, con la condición de que no queden encintas durante el año de reinado.

“La idea era un certamen distinto, más justo”, indica Joyce al apuntar que las inscripciones están abiertas y que los detalles están en www.queenuniversepageant.com.