No es un secreto que Justin Bieber tenga un complejo de diva. Algo que se vio reflejado en los tres conciertos que el ídolo adolescente dio en Manchester.

Según informaron medios británicos, durante el fin de semana el cantante se enojó con sus fanáticos y se quejó por sus constantes gritos durante sus shows.

Sin embargo, la noche del domingo, mientras realizaba el último de sus conciertos en Manchester, Bieber se retiró molesto del escenario, tras pedirle a sus fanáticos que mantuvieran silencio entre las canciones.

"Aprecio el apoyo y más aún aprecio el amor. Pero el griterío en estas pausas tiene que parar. Por favor y gracias", dijo entre canciones Bieber al púbico.

"No creo que sea necesario que ustedes griten mientras yo trato de decirles algo", agregó.

Ante su frustración, el cantante decidió arrojar el micrófono al suelo y retirarse del escenario, lo que provocó pifias por parte de los asistentes.

Poco más tarde, decidió regresar para terminar el concierto y explicó por qué se fue.

"Siento que quiero conectarme con ustedes. El que no quiera que griten se debe a que cuando los miro a los ojos, ustedes saben que tenemos un momento y una conexión", aseguró, y agregó que son "increíbles".

Tras ver que los fanáticos continuaban gritando, agregó: "Dejaré de hablar ahora. No hablaré en el resto de la noche. Sólo tocaremos música. Obviamente Manchester no se puede continuar, así que pongamos música".