María del Pilar Rivera se prepara para desfilar esta noche por la alfombra verde de los premios Grammy Latino con un traje valorado en dos millones de dólares, pero mientras tanto protagoniza un nuevo escándalo que podría poner en jaque su sonado caso de divorcio del pelotero Roberto Alomar.

Y es que en la tarde de ayer, Leo Fernández, uno de los animadores del programa Dando candela de Telemundo, mostró una foto en la que la empresaria y modelo aparece en una pose sugestiva con un caballero que viste uno de los uniformes de pelota de Alomar.

Rivera, quien luce un disfraz de Gatúbela, sostiene junto al hombre, cuya identidad no se da a conocer, un bate, que se alega también es propiedad de Alomar.

De acuerdo con información suministrada por el mencionado programa de televisión, la imagen se captó durante una fiesta de la Noche de Brujas que comenzó en la mansión del estado de Florida en la que reside Maripily y que compartiera con su esposo, hasta que éste abandonara la misma en medio de acusaciones de Rivera de maltrato conyugal.

Por otra parte, la periodista Dora Pizzi, biógrafa de Maripily, confirmó a Primera Hora que la modelo se reunió la noche de Halloween con varias amistades para celebrar la ocasión y que, aunque no vio la foto de ésta junto al caballero, sí vio otra imagen en Facebook donde Maripily aparece disfrazada de Gatúbela junto a su asistente Yara Soto, quien a su vez aparece disfrazada de Mujer Maravilla.

“Entiendo que se reunieron en su casa y de ahí salieron a celebrar Halloween en Orlando. Según su abogado, Rick Calzada, estas fotos en nada la perjudican”, expresó Pizzi.

Primera Hora quiso saber si la divulgación de esta imagen, que corrió por la red social Facebook, podría afectar a la modelo Maripily y de qué manera en el caso que lleva contra su esposo por maltrato.

A estos efectos, conversamos con la licenciada María de Lourdes Guzmán, quien cuenta con vasta experiencia en casos de divorcio.

“Cuando una persona lleva un caso de maltrato conyugal y sobre todo de maltrato emocional, el testimonio de esta persona se aquilata en un tribunal no sólo por lo que esta persona dice, sino por cómo se comporta. En un contrainterrogatorio la otra parte va a tratar de minar su credibilidad y, cuando la vemos en estas situaciones, uno espera que ella asuma una actitud que sustente que ella es víctima, pero cuando vemos en las actividades que ella se envuelve, uno puede concluir que su credibilidad se vuelve frágil”, expresó la licenciada Guzmán, quien fuera la abogada del actor Osvaldo Ríos en su caso de maltrato conyugal.

“Para empezar, uno se pregunta, ¿qué hace ella viviendo en la casa que compartió con quien ella alega que la maltrató? Lo primero que suele hacer una víctima de maltrato es abandonar ese espacio donde fue maltratada. Entonces, no sólo se queda a vivir en esa residencia, sino que hace una fiesta allí y presta objetos que pertenecen a su esposo. Estas fotos pueden usarse en su contra en el juicio porque ¿cómo ella juega con las cosas del maltratante?”.