Tampa. La conocida modelo y empresaria puertorriqueña María del Pilar Rivera, mejor conocida como Maripily, puso punto final hoy a su controversial matrimonio con el ex pelotero de  las Grandes Ligas Roberto Alomar en una audiencia que duró aproximadamente media hora en el Décimotercer Circuito Judicial del Condado de Hillsborough, en la ciudad de Tampa, Florida.

Maripily llegó alrededor de las 8:45 a.m. en una camioneta Cadillac blanca. En vista de las largas filas en la entrada del edificio, arribó por la parte trasera del edificio evadiendo a los medios de comunicación.

La jueza Catherine M. Catlin presidió la audiencia en la Sala 412, otorgándole hoy el divorcio a Maripily, quien lució muy serena junto a su abogado Ricardo Calzada, su asistente personal Yara Soto y un traductor.

El gran ausente fue el pelotero puertorriqueño Roberto Alomar, quien fue representado por su abogado David Maney.

Durante el proceso no se discutieron aspectos relacionados con la división de bienes entre la pareja.
Al dictarse oficialmente el veredicto, Maripily agradeció a la jueza, quien de manera amigable respondió con un “de nada” en español. Luego la empresaria se paró y abrazó a su asistente visiblemente emocionada, con ojos llorosos pero con una amplia sonrisa.

Antes de salir de la sala, Maripily, quien lucía un ajustado vestido negro, acompañado de un cinturón con plumas y tacones en estampado de animal, conversó brevemente con su abogado para luego abandonar deprisa del tribunal.

Al salir de la corte,  la comerciante expresó a los medios que “me siento bien contenta, bien tranquila, loca por llegar a Miami para ver a mi hijo y ver a mi familia”.

Asimismo, evadió reaccionar  a la opinión que tiene el público de que ésta se casó por dinero y que se aseguró de recibir una buena partida luego del divorcio.

A la pregunta de  cómo cambiaba su vida luego de su divorcio  respondió que “tranquilamente, capítulo cerrado, quiero retomar mi carrera. Lo único que les pido es que no me pregunten más por él, que de verdad pido un poquito de respeto para los dos. Estoy conforme con lo que ha pasado en el día de hoy”.

Su abogado, Ricardo Calzada, declinó ofrecer detalles sobre la cantidad de dinero que recibió la modelo como parte de los acuerdos para disolver su matrimonio, el cual  aseguran fuentes allegadas a la modelo asciende a cinco millones de dólares.

De sueño a pesadilla

De este modo da por terminado el matrimonio entre la modelo y empresaria, y el pelotero, quien será exaltado al Salón de la Fama del Béisbol, oficialmente el próximo  24 de julio.

La pareja contrajo nupcias en una ceremonia privada el 1ro. de junio de 2009, en el estado de Florida, luego de un noviazgo que salió a la luz pública en noviembre de 2008.

Al darse a conocer la relación sentimental entre la pareja, Maripily expresó refiriéndose a Alomar: “Éste es el hombre que Dios me envió y así me lo ha dejado saber. Yo quiero un bebé y él también quiere uno. Nosotros queremos muchas cosas. Él se quiere casar, quiere un hogar al igual que yo”.

A raíz de haber contraído nupcias, Maripily describió a los medios su matrimonio con Alomar, en repetidas ocasiones, como un completo idilio.

Sin embargo, el 1ro. de agosto de 2010, la modelo afirmó que había sido víctima de agresión por parte de su esposo y expresó su deseo de dar por terminado el matrimonio, lo cual logró ayer.

A partir de aquel momento, la relación entre la modelo y el pelotero degeneró en  una serie de revelaciones realizadas por Rivera en los medios de comunicación.

Incluso Maripily, quien en un momento defendió a Alomar de las acusaciones de Ilya Dall, una ex novia del pelotero, de haberla expuesto al virus de inmunodeficiencia humana, se unió a esa acusación. Rivera aseguró, en más de una ocasión, que tras el divorcio daría paso a una demanda contra su ahora ex esposo por haberla expuesto también al VIH.

Unidos todavía por una demanda

De todos modos, a pesar de que el matrimonio Alomar-Rivera quedó disuelto ayer, a Maripily y Roberto los une todavía la demanda que entabló contra ellos la cantante y locutora Gisselle, por difamación y daños y perjuicios y por la que tendrán que responder en un tribunal en Puerto Rico.