Trabajar con los amigos es algo que no se da todos los días, más bien es un regalo, por eso Myraida Chaves no titubeó cuando le ofrecieron un personaje en la comedia Aquí no hay quien viva, que subirá a escena el viernes, 3 de agosto, en el Teatro Tapia, en el Viejo San Juan.

“Siempre fue mi sueño hacer algo con mis íntimos amigos”. Con excepción de Rafael José, que no es parte del elenco, Chaves compartirá el escenario con su círculo de amistad más cercano, que incluye a Braulio Castillo, hijo y a su hermano Jorge, Marisol Calero, Cristina Soler, Linnette Torres y Lizmarie Quintana.

“La probabilidad de que vuelva a tener una oferta como esta es cero”, agregó sobre la razón que la llevó a aceptar el desafío de volver a actuar después de 35 años.

“Para empezar no me memorizo ni un número de teléfono hace mil años y es un reto, porque estoy con los cachanchanes del teatro”, reconoció la directora ejecutiva del Centro de Bellas Artes de Caguas, cuya reapertura es una de las responsabilidades que más tiempo le ocupa en estos días. 

“Soy extremadamente organizada y si tomé esta decisión es porque sé que no voy a abandonar ni una cosa ni la otra”, afirmó.

“Respeto mucho el trabajo actoral. Yo no me considero una actriz, me sale porque lo que llevo es sangre, no es orchata, y (el personaje) me queda mono, no me quedo extraordinario; entonces ha sido un reto tremendo, pero sé que ellos me van a dar la mano”, afirma la hija de la legendaria comediante Awilda Carbia (1938-2009).

Chaves entra en la pieza como una guardia de seguridad que participa de las reuniones de sus amigas “Olive” y “Florence”, quienes, por circunstancias impensadas, comienzan a convivir en un apartamento hasta que se revelan las personalidades de cada una.

Resalta que esta obra de Neil Simon (The Odd Couple) es “muy sana, muy divina”, y muy cercana a su realidad. 

“Es algo que vivo constantemente, esas reuniones de amigas donde discutimos las cosas, nos reímos de nuestras propias manías y virtudes, y creo que la gente se puede identificar y reírse”.

La expresentadora de televisión debutó en el teatro escolar, y posteriormente hizo lo propio en el teatro profesional con dos piezas de Pablo Cabrera, 40 quilates, en la que actuó junto con Daniel Lugo y su mamá, y Al derecho y al revés.

“Se me olvidó todo, todo, se me olvidó que no me gustaba ensayar, que había que memorizar todo”, comentó del trabajo que está retomando.