Aunque la muerte de Brittany Murphy en el 2009 fue catalogada por las autoridades como una accidental, han surgido nuevas evidencias que sugieren que la actriz fue envenenada.

Así lo comunicó Angelo Bertolotti, quien presentó una demanda contra la Policía de Los Ángeles que exige que se reabra la investigación.

“Años después de la muerte de mi hija, las pruebas toxicológicas no han sido completadas. El Departamento de la Policía admitió que los exámenes no fueron realizados y se rehusaron a practicarlos”, informó en un comunicado el hombre que asegura ser el padre de la actriz.

“Estoy pidiendo a la corte que intervenga y me permita obtener más muestras realizadas de manera independiente. El tejido y el cabello de Brittany estaban a punto de ser destruidos, pero he pagado para que se preserven, por lo que podrían ser examinados”, añadió en el escrito citado por Hollywood Reporter.

Según la autopsia, la actriz murió por neumonía, anemia y uso excesivo de medicamentos recetados. Cinco meses después, su esposo, Simon Monjack, fue encontrado muerto. Las autoridades informaron que el hombre de 40 años murió de neumonía y anemia.

Bertolotti envió muestras del tejido y cabello de su hija a una clínica en Colorado para que fueran analizados, informó El Huffington Post.

Los resultados, supuestamente, mostraron la presencia de 10 metales pesados y altamente tóxicos, que se encuentran comúnmente en productos como pesticidas, insecticidas y veneno para ratas.

“Debido a que Brittany o Simón no habrían consumido voluntariamente dichas sustancias, el laboratorio llegó a la conclusión de que pudieron haber sido suministradas por una tercera persona con intenciones criminales”, afirmó Bertolotti en el correo electrónico que envió al periódico.

El Departamento de Medicina forense, por su parte, informó que no tenía planes de reabrir la investigación sobre las muertes de Murphy y su esposo.

“Seguimos siendo fieles a nuestros informes originales”, indicó el investigador Forense, Craig R. Harvey.