Loíza.- “¡Hoy no me baño!”, exclamó riendo Rosa Dávila tras encontrarse en su propia sala con el cantante Ricky Martin, quien subió al segundo nivel de la residencia cargando una caja de agua y otra de alimentos como parte de un primer esfuerzo por ayudar a las personas damnificadas por el huracán María.

“¡Ricky Martin en mi casa!”, celebró la mujer, quien dijo estar “erizada” por la sorpresiva visita que, sin duda, le hizo olvidar por un momento las necesidades que se viven en la comunidad cercana a la Cueva María de la Cruz en Loíza.

“Esta noche no duermo”, fue lo último que se escuchó de Dávila luego que el artista le pidió calma para regresar al Puerto Rico que todos conocían antes del 20 de septiembre.

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Martin llegó a Loíza poco después del mediodía. La primera parada fue en el Centro Tau, establecido por la fundación que lleva su nombre, y desde allí salió en una caravana hacia las comunidades Villa Hugo 3 (La Vaca) y La Cueva. 

Lo acompañaban en otro vehículo las alcaldesas Julia Nazario, de Loíza, y Carmen Yulín Cruz, de San Juan. Esta última compartió parte de los alimentos que había recibido de la empresa Goya para entregarlos a los loiceños. Dijo que hará lo mismo con los pueblos de Comerío, Ponce y San Lorenzo. 

También estuvo el Secretario de Recreación y Deportes, Waldemar Volmar Méndez.

La familia Lacén quedó atónita ante la llegada del intérprete, que de inmediato se le acercó para expresarle su solidaridad y su esperanza.

“Vamos a luchar muy fuerte para que, si Puerto Rico brillaba, brille mucho más todavía”, les dijo mientras una joven mujer lo escuchaba emocionada. tomando aquellas palabras como un estímulo en medio de la tempestad emocional y económica que dejó el huracán.

Juan Villanueva salió de su refugio, un antiguo rancho de animales, y al encontrarse con Martin fue tanta la alegría que hasta lo cargó. “¡Coño!”, gritó y lo que hizo fue alborotar las risas.

“Teníamos de todo y María se lo llevó, pero no tengo odio”, le dijo el humilde caballero, de 70 años. 

El vocalista aceptó la invitación y se adentró en el sucio y oscuro espacio que ahora es el “techo seguro” de Villanueva.

“Estoy jodío, pero feliz”, se despidió el hombre, agradecido por las provisiones que recibió. 

Igualmente reaccionaron Clemente Rodríguez y Ramón Vega por los minutos de alegría que les regaló el astro del pop.

Martin llegó a la Isla como parte de la campaña Unidos por Puerto Rico, que inició la Primera Dama, Beatriz Rosselló, y a la que también se unieron Luis Fonsi, Chayanne, Iván Rodríguez, Carlos Arroyo, Jorge Posada, Gloria y Emilio Estefan y Bernie Williams, entre otros. Todos viajaron en un vuelo de Jet Blue en lo que representa el primer paso dentro de los esfuerzos comunes e individuales que realizan estas glorias de las artes y el deporte por servirle al país en este momento de emergencia.

Ver de cerca toda la devastación, la necesidad, la sed y la incertidumbre que dejó el huracán María entre la gente, dijo Martin, lo hará despertar en dos o tres días dando puños en la pared por la frustración, pero también con fuerzas para ser creativo en las soluciones.

“Es importante modernizar a Puerto Rico en lo que es la energía y lo que estamos haciendo con Leonardo Di Caprio nos va a ayudar muchísimo”, expresó en relación a las 35 maletas solares que ambos donarán al país.

“Quiero conocer a las personas, a las víctimas, que pierden su casa, que no tienen alimento, y que ellos compartan contigo su coraje, su frustración, su indignación, pero todos tienen una sonrisa en sus labios, y eso es lo que nos hace a nosotros los puertorriqueños, que en el peor de los momentos, damos la mano, damos el abrazo”, resaltó la voz de “Vuelve”.

“Es bien loco porque allá (en Estados Unidos) nos ven haciendo fiesta y nos dicen, ‘ven, que ellos están bien’, y no, comemierda, es que ese es el espíritu de nosotros, nosotros necesitamos la música como mecanismo de defensa, está en nuestra cultura y no lo podemos evitar”, dijo el cantante.

El artista aseguró que este viaje será el primero de muchos, pero también necesita salir al extranjero para dar a conocer la situación y lograr más alianzas.

“Vamos a estar años en reconstrucción y yo quiero ser parte de la reconstrucción. Eso sí, me tengo que ir, porque tengo hablar y tengo dejarle saber al mundo y  a los amigos, y a los aliados sobre lo que está pasando para luego volver con el fruto”, puntualizó.