Para ambos no era la primera vez que se casan, pero la relacionista Maribel Acevedo experimentó los nervios que comúnmente albergan las novias. 

“(Estoy) muy nerviosa, muy feliz;  me siento como si fuera la primera vez, es un momento muy especial y un momento muy anhelado”, expresó Acevedo antes de convertirse en la esposa del entrenador Carlos Piña.

La pareja contrajo matrimonio por el rito civil en una íntima y brevísima ceremonia efectuada temprano en la tarde de hoy en la Sala de Investigaciones del Tribunal de Primera Instancia, en San Juan. Ante la presencia de las testigos Dorcas Morales, madre del reguetonero Miguelito; y de la actriz Sully Díaz –ambas amigas de la novia–, la jueza Marta Torres los unió como marido y mujer.

Los nuevos esposos firmaron capitulaciones.

“Estamos supercontentos, es un compromiso genuino; hemos formalizado ante Dios y ante la sociedad nuestro matrimonio”, expresó Piña al salir del tribunal. Anticipó, además, que se aproximan “cosas privilegiadas” para ellos.

La madre de las jóvenes Leidymarie y Cyndia Rodríguez dijo estar “muy contenta, muy feliz” de tener a su lado a “un hombre maravilloso que en todo momento me ha tratado con mucho respeto”.

Acevedo se vaciló el que ahora se le reconozca como la señora Piña. “¿Por qué no?”, respondió riendo.

Al casamiento también asistieron Miguelito junto con su papá, Wascar Valenzuela, su hermana Milagros, su abuela María Morel y su primo Yadiel. Por parte del capacitador físico, estuvieron sus padres y un amigo. Su hijo, Héctor Javier, no pudo asistir debido a una operación en un dedo.

El matrimonio disfrutará de una luna de miel en la Isla y, en varias semanas, saldrán de viaje.

La boda por el rito evangélico será en junio.