La fallecida estrella de la serie de películas Fast and The Furious, Paul Walker, sufrió una muerte espantosa quemándose vivo por un defecto de fábrica de la empresa de automóviles Porshe, alega la hija del actor en una demanda.

Según el portal de TMZ, que obtuvo acceso a la demanda de Meadow Walker, la hija de 16 años del fallecido actor, cuando se estrelló el Porsche Carrera GT que conducía Walker en noviembre de 2013, su cinturón de seguridad le rompió el torso a Walker, "rompiéndole la pelvis y las costillas".

Según el reclamo judicial, Walker quedó atrapado dentro del vehículo, y estaba vivo cuando el fuego comenzó 1 minuto y 20 segundos después del impacto.

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"Paul Walker respiró hollín en la tráquea mientras el Porsche Carrera GT se quemaba", reza la demanda.

La demanda rechaza que Walker estuviera guiando a entre 80 a 93 millas por hora, sino que oscilaba entre 63 a 71 millas por hora, y que el vehículo carecía de un sistema estabilizador apropiado.

La demanda no establece una cuantía específica de reclamación de daños.