Tras su confesión de haber sido abusada sexualmente cuando niña hace 50 años, Susan Soltero  se arrepiente de no haber tirado al medio a las dos personas que cometieron los actos, para así evitar que ellos tuvieran contacto con otros menores.

“Me siento tan mal de no haber hablado…”, dijo la reportera  llorando en entrevista con el periodista Omar Matos durante el programa Dando Candela de Telemundo.

Soltero, quien forma parte de la plantilla del espacio televisivo tras el cierre de “Las noticias” de Univisión Puerto Rico, comentó que la persona que la violó durante  10 años era un familiar cercano. No quiso revelar su parentesco y mucho menos su nombre. La otra persona aparentemente era amigo de su familiar.

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Narró que su primer recuerdo es  ”que  fui llevada a un sitio retirado por dos personas y abusaron sexualmente de mí. Después de eso  el abuso  fue continuo por al menos 10 años. Era tan  continuo como que todas las semanas al menos,  una o dos veces en semana. Era horrible, yo no podía dormir porque sabía que en cualquier  momento podía entrar a mi cuarto esta persona y empezar a jugar conmigo. Y me hacía la muerta porque no sabía qué más hacer. En la pubertad yo cerraba la puerta y él me tocaba la puerta y me decía: ‘Déjame entrar’”. 

Agregó ahogada en llanto que “después me entero que fue a donde otra  persona conocida (con las misma aberrante intención que tuvo con ella). Me siento  tan mal de  no haber hablado, porque si hubiese hablado no hubiese más víctimas y tuvo que haber muchas más”.

La también meteoróloga reiteró no tener ningún tipo de comunicación con el familiar que  abusó de ella, quien está vivo.

“Es una persona miserable. Es el hombre más  miserable que  he conocido. Tiene mucho odio por dentro y él mismo se odia”, acota.

Como parte de la entrevista, la comunicadora  reveló que  intentó privarse de la vida al recordar los abusos. 

“Me acordaba de los detalles y traté de quitarme la vida. La única vez que tomé los pasos fue que yo iba  hacerlo con el carro encendido dentro del garage y me emborraché antes y  ya era alcohólica para ese entonces. Estaba borracha cuando entré al carro y me encerré  adentro, sin la llave del carro.  Estuve cinco horas  en lo que llegó mi marido  y me preguntó qué pasó”. 

Aseguró, asimismo, que  nunca consideró quitarle la vida a su abusador. Pero, tuvo unas palabras para él: “Te perdono. Soy libre, no  me vas a controlar más y busca ayuda. Y no te atrevas a tocar a otros niños en  tu vida, porque lo que uno hace aquí lo paga”.