“Amorneris, eres razón y fulgor en mi ruta por la vida”. Así se refería Miguelángel Suárez a su compañera por trece años, quien el pasado domingo 22 de marzo se convirtió en su esposa... imaginando que sería corto el rumbo que seguirían juntos por la vida. Porque el destino del actor ya estaba escrito y él, como hombre fuerte, lo sabía. Y así se lo comunicó a la actriz con la que compartió la última etapa de su vida. “Prepárate, porque lo que tengo es cáncer”, le dijo tras escuchar el diagnóstico de los médicos que lo atendían. Aun amenazado de muerte, pretendía darle la fortaleza para enfrentar la adversidad.

La relación de Miguelángel Suárez con Amneris Morales fue una historia de amor que comenzó a tejerse hace trece años, apasionadamente, lejos del ojo público. Tras ese periodo de prueba, optaron por declarar que se amaban profundamente.

Esta pareja de actores protagonizó en la vida real un romance como sacado de una telenovela, como los muchos que vivieron en la pantalla chica en una época en la que los actores puertorriqueños tenían taller para trabajar y ganar su sustento dignamente, antes de que las novelas enlatadas los convirtieran en una especie en peligro de extinción, por no decir, patéticamente, ya extinta.

De verdad que era una trama de telenovela. Casualmente, fue mientras participaban en un melodrama que surgió la atracción entre Miguelángel y Amneris. Era Al son del amor, que transmitió Wapa Televisión, copando los primeros lugares de las encuestas. La trama los unió como pareja romántica y en una de aquellas escenas, sabrá Dios qué le susurró “don Fernando” a “Cristina”, como se llamaban los personajes que caracterizaban, que desde ese momento no se volvieron a separar hasta que la muerte reclamó a Miguelángel el pasado 1 de abril.

En aquel sublime momento, Amneris Morales contaba que la primera vez que salieron fue a jugar dominó. Y Miguelángel, con la nota romántica que lo caracterizaba, confesó que la próxima cita fue “en lo más profundo del lago amoroso, en donde, de buenas a primeras nos reconocimos y dijimos: 'Ay, qué tú haces aquí?'”

Aunque tardaron tres años en hacer pública su relación amorosa, ambos coincidieron en que nunca se escondieron.

“No estábamos en el clandestinaje; sólo esperábamos que algún periodista se percatara de lo nuestro, que dicho sea de paso, es muy bonito. Habíamos pensado en cómo reaccionaría la gente cuando se enterara. En aquel momento lo que queríamos era concedernos tiempo para que esto fuera entre nosotros, íntimo y callado”, expresó entonces Miguel- ángel en una onda muy poética, pues, además de actor, escribía versos.

La revelación de este romance dejó a muchos con la boca abierta, particularmente a sus compañeros del ambiente artístico, que no podían creer cómo ella se había empatado con este loco de la vida.

“Con las mejores intenciones, muchos de nuestros amigos mutuos me preguntaban si yo estaba en mis cabales cuando se enteraron que andábamos juntos. Que si Miguel esto, que si Miguel lo otro... Que mejor me cuidara... En realidad, nadie me habló bien de él como hombre, aunque todos coincidían en que era el mejor actor del país. ¿Y saben qué? ha resultado ser el mejor hombre que he conocido en mi vida”, confesó visiblemente enamorada.

Cuando le hicimos esa entrevista en el 1998, Miguelángel Suárez se jactó de “tenerla tumbá”. Esta expresión traviesa vino seguida de otra que apuntaba a que quienes trataban de abrirle los ojos estaban en lo correcto porque él no era un santo.

“Cuando analizábamos los comentarios que le hacían sobre mí, yo le decía a Amneris que tenía que escoger entre lo que la gente dice de mí y lo que yo soy en realidad, lo que le he demostrado”, manifestó con aire serio.

Sobre eso, Amneris comentaba que quienes intentaban disuadirla de mantenerse junto a Miguelángel lo hacían de buena fe, pero que aun así, se visualizaba a su lado “hasta el fin de mis días”.

Entonces no pensaba que él la dejaría viuda.

Pero si encontraron renuencia entre sus amigos, sus respectivas hijas no les hicieron el camino fácil. Tanto Alondra (de Miguelángel) como Belange (de Amneris) se resistían a ese romance.

“Las dos estaban bien renuentes, pero la de Amneris con más razón pues yo me metí dentro de su casa. Eso sí, llegué con un respeto bautismal hasta que me gané su cariño”, relataba el actor al tiempo que contaba que el Día de los Padres de aquel año, Belange, quien entonces estudiaba en Estados Unidos, le envió una carta preciosa en la que le decía que se había convertido en su padre, en su amigo y en su maestro.

Aunque la relación entre Amneris Morales y Miguelángel Suárez comenzó en la plena madurez de ambos, lo cierto es que el primer encuentro entre ambos se dio cuando ella apenas tenía catorce años y muy pintorreteada se aprestaba a participar en El Show de las 12, de Telemundo. Él participaba en una de las telenovelas de aquellos años.

“¿Por qué no te dejas de creer una mujer y vives tu adolescencia?”, recuerda Amneris que Miguelángel le soltó antes de seguir caminando.

“Yo estaba muy emocionada porque ese tremendo artista se había fijado en mí.Y miren qué cosas tiene la vida; nos volvimos a encontrar cuando ya estaba convertida en una mujer hecha y derecha”.

Qué vueltas da la vida... El pasado 22 de marzo aquella adolescente que se creía mujer y aquel loco de la vida se convirtieron en marido y mujer... hasta que la muerte los separó.