Hay relaciones que nunca deben romperse. Amorosas, de amistad y hasta de negocios.

En octubre del año 2013, el hasta entonces “Dúo de la historia” compuesto por Juan Luis Morera (Wisin) y Llandel Veguilla Malavé (Yandel), dos amigos de la infancia que comenzaron a cantar reggaetón juntos en su pueblo de Cayey, anunciaron que tomarían rumbos profesionales separados luego de más de quince años trabajando juntos.

Desde entonces, ambos asumieron sus compromisos en solitario. Cada uno lanzó una imagen de marca nueva Yandel pasó a ser “El Capitán” y Wisin “El sobreviviente”. Nuevos publicistas, manejadores, productores y una nueva vida, aunque en el imaginario colectivo ellos siempre han seguido unidos.

Por separado, ambos han llegado a los topes de las listas de popularidad, han tocado en escenarios importantes y grabado con superestrellas. A manera de ejemplo,  Wisin  popularizó “Adrenalina” junto a Jennifer López y Ricky Martin, además de “Nota de amor” con Carlos Vives y Daddy Yankee. Yandel por su parte ha tenido colaboraciones con los cubanos Pitbull y “El Chacal” para “Ay mi Dios” y con Víctor Manuelle, Lil Jon, Maluma y otros tantos.

El éxito de uno o del otro no está en discusión y no es la razón de esta columna. El tema es otro y estoy segura que quienes  presenciaron el concierto de Yandel que llevaba por nombre “Dangerous Tour” y que se celebró el viernes 7 de octubre en el Coliseo José Miguel Agrelot de Hato Rey coincidirán conmigo en que el dúo debe volver a trabajar juntos, para siempre.

Poco antes de la medianoche, Yandel se despidió del público con la interpretación de “Encantadora”, el tema que dedicó a la mujer puertorriqueña y que en febrero de este año llegó a la posición número uno de la lista “Latin Airplay” de la publicación Billboard y se mantuvo allí por cuatro semanas. El publicó ya había cantado y celebrado con Yandel y la falsa salida como suele ocurrir dejó a más de uno desconcertado.

Pero entonces llegaron los fuegos artificiales, el humo, la voz de Wisin y  los primeros acordes de “Mírala bien”. La energía era especial, el coliseo se quería caer, como solemos decir coloquialmente. El público enloqueció; desde donde estaba sentada las féminas se miraban con gestos de incredulidad. Salieron los teléfonos celulares de las carteras y bolsillos, y parecía que otro concierto había comenzado.

La complicidad entre ambos era evidente. Wisin, con sus gestos y movimientos de siempre, Yandel con el estilo que le caracteriza y la fórmula que los hizo conquistar millones de personas alrededor del mundo.

Comentaba la situación con otro colega y coincidimos que hubo varios elementos que añadieron a esta reacción del público, pero sin duda el más importante era la sed que tienen los seguidores de éstos  de verlos juntos nuevamente.

Era la primera presentación en Puerto Rico de Wisin después de la trágica situación que vivió con el fallecimiento de su pequeña hija Victoria. “No tengo que decirles nada Puerto Rico, ustedes saben. Gracias”, fueron las palabras del rapero después de fundirse en un abrazo con su compadre y amigo.

Las razones de la separación sólo ellos y sus grupos de trabajo las conocen y son de esos misterios que permanecen en el mundo del espectáculo.

“Nosotros tenemos una relación muy bonita ‘W’ (Wisin) no hay problemas. El problema fue en el (equipo de manejo) me atrevería a decir que fue el manejo, no estaba a gusto. Ahora estoy con mi nuevo equipo súper feliz y contento”, expresó Yandel a este diario en octubre del 2013 cuando trabajaba en la promoción del nuevo álbum que firmó con el sello discográfico Sony.

Por su parte, ese mismo año Wisin comentó: “Yo creo que millones de fanáticos no se merecen que un dúo como el de Wisin & Yandel se disuelva irresponsablemente”.

Han pasado tres años desde la comentada separación; pero el viernes, tal y como describió la periodista Brenda Peña en su reseña para Primera Hora, quedó evidenciado que “aunque sus fanáticos los han apoyado en sus carreras por separado, extrañan la química explosiva que tienen ellos en tarima. La pregunta sigue en el tintero: Yandel, Wisin, ¿cuándo regresan?