De solo expresar lo que le cautivó de su esposa Yizette Cifredo, los sentimientos se apoderan de Víctor Santiago al quebrantarse su voz y sus ojos aguarse. Mientras, ella lo observa con la mirada empapada de ternura y un brillo especial.

La pareja que tras convivir por un año selló su amor con el casamiento y una ceremonia católica con fiesta privada el 24 de noviembre, de 2012, evidenció su enamoramiento y complicidad con muestras de cariño y besitos durante la sesión fotográfica de esta entrevista con Primera Hora en las inmediaciones del hotel El Convento en el Viejo San Juan.

Con la simpatía que lo caracteriza, Víctor Santiago narró que lo que le robó el corazón de su compañera es “que ella es hermosa por fuera, pero por dentro es un ser humano espectacular y es demasiado especial”.

Se conmovió al agregar que “he madurado mucho con ella y me da sentimiento (aclara su garganta) al decírtelo, porque en otro momento de mi vida siempre he sido muy sensible, pero no me exponía tanto y no era tan vulnerable y ese lado de mí ella lo sacó”.

“Ella saca lo mejor de las personas y su corazón es impresionante y esa fue una de las mayores cosas que me cautivó de ella y es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y no me arrepiento para nada. Y me siento que estoy casándome hoy porque fue con este estilito”, expone el intérprete que protagonizará en marzo la obra musical Into the Wood, junto con Ana Isabelle en la Universidad de Puerto Rico.

Con su peculiar sonrisa la ex reina de belleza cuenta que “Víctor es de las personas más nobles que yo he conocido en mi vida. Me fascina su sentido del humor, que me encanta, y él me alivia (cuando es impulsiva o está en estrés). Yo soy la más estructurada y organizada y él no”, puntualiza.

“Al principio cuando comíamos, porque tenemos acuerdos, si yo cocino él friega, cuando él cocinaba, que cocina bueno, yo me levantaba y fregaba para tener todo limpio y él me decía ‘deja eso ahí lo haces luego’. Yo he prendido a no matar ese momento que es chévere y aprendí a fluir”, sostiene.

Ambos sienten que haber convivido antes del matrimonio les ha ayudado a comprenderse y modificar.

Para Yizette Cifredo el proceso de conocerse y decidir casarse “fue más bonito. A las parejas que convivan les digo que hay un cambio bien bonito y luego está la decisión de Dios”.

En cuanto al Día de San Valentín que se celebra precisamente hoy, jueves, Víctor Santiago comenta que el amor lo festejan todos los días cocinando juntos, viendo películas y amándose.

¿Cómo la comprometió?

Víctor Santiago planificó comprometer en matrimonio a Yizette Cifredo sin que ella y sus suegros se lo imaginaran. Narra que un día llegó a casa de los suegros en Bayamón y con su madre al teléfono, porque reside en Estados Unidos, les espresó con voz entrecortada su deseo de formalizar con la actriz, por lo que el momento fue bien emotivo.

En esa ocasión Yizette Cifredo llegó a la residencia de su madre como solía hacer para compartir y comer, pero para su asombro, su ahora esposo, la sorprendió con una caja de chocolates que contenía la sortija de compromiso. Su primera reacción fue de estupefacción porque no se lo imaginaba. Mientras Víctor estaba arrodillado y ambos lloraron.

“Lloré y me quedé en shock. Me tardé un poquito en responder”, dice la animadora que aunque está fuera de la televisión tiene varios proyectos privados en agenda.

Víctor Santiago, quien está próximo a lanzar su disco Poquito a poco consideró hacerle la petición en Cuba, pero desistió de la idea porque sabía que ella preferiría algo familiar por lo unida que es a sus seres queridos.

¿Por qué su boda fue privada?

Su boda fue privada sin anunciarla en los medios, porque tanto Yizette, de 34 años, como Víctor, de 30, deseaban que ese momento fuera íntimo y sagrado para mantener la esencia de que “te estás casando para toda la vida y queríamos sentir lo que era de verdad”.

Yizette Cifredo agrega que “fue sencilla y humilde y hubo mucho amor”. Víctor Santiago, por su parte, indica que “yo estuve decorando y yo hice centros de mesas y no me dio tiempo de cambiarme y me fui a vestir a casa de mis suegros”.

El brindis fue con jugo de china porque era un deseo de Yizette porque, “yo quería algo que represente la tierra, aunque hubo bebidas” acotó.