Poco antes de que Bernier oficializara su candidatura a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD), la anfitriona de Alexandra de noche aseguró a Primera Hora que no renunciará a la carrera en la televisión que tanto esfuerzo le ha costado.

“Yo quiero que se respeten los espacios de cada cual, que a mí me permitan vivir mis pasiones como las he vivido al día de hoy. Yo me he ganado con mucho trabajo el espacio donde estoy, y al final del día, uno vive para ser feliz.  Yo no tengo ningún plan de dejar lo que yo hago, y David es el primero que me lo respeta, y esto es una relación donde nos respetamos y nos damos la oportunidad de cada cual vivir sus pasiones”, afirmó la espontánea animadora en la casa de sus suegros en Patillas, desde donde el exsecretario del Departamento de Estado le comunicó al país su decisión.

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Alexandra, quien para la ocasión vistió un sencillo traje negro, lucía tranquila. Sin embargo, a la pregunta de si estaba preparada para ejercer el rol de primera dama, afirmó que aún asimila cómo llevará esa responsabilidad, en el caso de que Bernier resulte electo. 

“Lo que estoy es asimilando todo lo que está pasando con nuestra familia, con David. Es como una mezcla de sentimientos. Yo nunca he sido fanática de la política, esto es nuevo, pero estoy aquí apoyando a mi esposo 100 por ciento en sus aspiraciones”, indicó quien todavía no ha tomado una decisión sobre cuáles son las causas a las que dedicaría sus esfuerzos como esposa del gobernador.

Que no le digan primera dama

Lo que sí tiene claro es que no quiere que le digan “primera dama”, aunque las personas hace tiempo la llaman de esa forma. 

“Díganme Ale, prefiero que me digan Ale. Yo sé que hay unos asuntos de protocolo que manda el libro, que se han establecido a través de los años, pero si me pueden decir Ale mejor”, expresó con simpatía. 

Por otro lado, señaló que su prioridad en la difícil campaña eleccionaria que se avecina es mantener la vida de sus dos hijos, Adrián y Miranda, lo más normal posible. De igual forma, se expresó ante la interrogante de si vivirían en La Fortaleza. 

“Es algo que tampoco le he dado pensamiento. Todo ha sido tan rápido. Lo que yo quiero es que mis hijos se críen de la forma más normal, como se crió David, como me crié yo; que mis hijos se metan a casa del vecinito, que el vecinito se meta a casa, que hagan regueros, que jueguen, que cuando yo me canse yo diga: ‘Cada cual pa’ su casa’. Yo deseo eso para mis hijos. Yo voy a procurar que, dentro de las circunstancias que les ha tocado vivir a mis hijos, dentro de este escenario, ellos tengan una crianza lo más normal posible. Y yo me voy a fajar porque así sea, porque quiero que ellos siempre tengan los pies en la tierra”, sentenció la artista. 

Asimismo, precisó que seguirá siendo la Alexandra espontánea, alegre y enérgica que el público conoce, si su esposo resultara favorecido en la contienda eleccionaria, a celebrarse en noviembre de 2016. 

“Las personas determinarán cómo me ven. Yo esté aquí en Patillas, esté en mi casa, esté en Telemundo, esté donde esté, yo voy a seguir siendo lo que ven y lo que soy.  Yo no voy cambiar por nada, ni por nadie, ni porque haya un statement que diga que las cosas tienen que ser así. Yo vivo para ser feliz y ser como soy me hace feliz”, sostuvo. 

Sobre la campaña eleccionaria que le espera junto a su esposo, deseó que sea una limpia, y resaltó que la política de insultos no es el estilo de su esposo. También, dijo estar segura de que él es líder que Puerto Rico necesita.

“David es una excelente opción para unir al país, una persona que ha probado a través de todos sus años en el servicio público que es un gran líder que ha tenido resultados, que no está pendiente ni al comentario chiquito ni a la política chiquita. Tú puedes ir al récord, en periódicos, televisión y radio, y nunca vas a encontrar una palabra hiriente de la boca de David”, manifestó.

La presentadora cumple 46 años este 23 de enero.