De solo recordarle que estaba próxima a lanzarse por el cable de La Bestia, en el parque Toro Verde, en Orocovis, los gritos ensordecedores de la animadora Sonya Cortés afloraban. Y como era de esperar, descubrir que estaría sostenida a un cable a una altura es de 853 pies, no ayudó para nada a calmar sus nervios.

“¿Se me ve en la cara que estoy embarrá’?”, preguntó en más de una ocasión. “Yo soy bien miedosa para estas cosas, honestamente no tomo tanto riesgo, como me paso en el piso naturalmente, me caigo sin que haya un obstáculo, pues a esto le tengo respeto. Nunca me había atrevido a aceptar el reto”.

Relacionadas

Asistida por los guías Luis Rivera, Joel Rodríguez, Yomar Rivera y Luis Sáez, la también bachatera fue preparándose con casco e indumentaria para lanzarse a la aventura en el cable más alto del mundo, y el segundo más largo (una longitud de 4,745 pies). “¡Que pase bien rápido! ¡Mira que esto es alto! Y las alturas y yo… ¿Hay un Depend?”, bromeó en más de una ocasión con la chispa que la caracteriza.

“No me gusta nada de esto. Todo lo que me cree mariposas en el estómago que no sea estar enamorada, las mariposas del miedo, me ponen grave”, advirtió, confesión que quedaba evidenciada con sus constantes reacciones mientras más se acercaba el momento de lanzarse. “Pero creo que me lo voy a disfrutar”, mencionó con cierta resignación.

Al indagar sobre qué la había animado a aceptar el desafío, reflexionó que “tengo mucho estrés por el show que tengo en Bellas Artes. Pienso que esto me sirve un poquito, o me pongo más estrésica, o aquí dejo parte de mi estrés”. La artista hace referencia al espectáculo de comedia “Mi show-chito”, a llevarse a cabo el próximo sábado 17 de octubre, en el Centro de Bellas Artes en Caguas, y cuyos boletos están disponibles  a través de Ticket Center, o en la boletería del centro.

Finalmente, llegó el momento de la acción. Con los nervios de punta, emprendió el trayecto en cable. Pero... justo a casi 30 pies para terminar el desafío, para llegar a la estación, y pisar suelo, Sonya perdió velocidad y se detuvo… “¡Puñ…! ¡Me quedé!”, gritó mientras se sostenía bocabajo colgando del cable. Joel fue en su rescate y, una vez cerca, la animadora se sujetó de sus pies –bueno, se aferró a ellos- para terminar la aventura.

¿Te asustaste mucho cuando te quedaste colgando?

“Sí, pero un susto que se podía dominar, que yo decía ‘no va a pasar nada, tranquila’. Me di terapia, pa’ misma. La primera vez, cuando sales con tanto impulso, es divino. A mitad de camino, tú dices: ‘¿y si me quedo…?’, ¡Y yo me quedé! (ríe)”, señaló minutos después de haber sido rescatada.

¿Lograste liberar el estrés?

“Esto es hermoso. Todo el mundo tiene que venir y darse la experiencia y soltar en el medio de estas montañas todas las preocupaciones y todos los traumas. Eso era lo que venía pensando, ‘suelta Sonya, suelta, que Dios te está dando esta oportunidad para que disfrutes esta vista’. Y me siento mucho más liviana”, reflexionó risueña.

Y tanto gozó la experiencia, que la repitió una vez más… con tó’ y dosis de gritos.