La reportera Grenda Rivera le dedicó un emotivo y extenso mensaje a su exesposo, el fallecido locutor radial Billy Fourquet. 

En su carta, publicada en su cuenta de Facebook, Rivera expresó, que aún no podía creer su repentina muerte y que llegó el momento del llanto.

Compartió también varias lecciones de vida que le dio el locutor y sobre la ayuda que éste le brindó cuando ella comenzaba en los medios.

A continuación la carta:

A Billy

No ha sido indiferencia. Lo sabes. Es que no podía. Me parecía surrealista todo; tu diagnóstico y repentina muerte. Se me agolparon las palabras en la garganta. Quedé tan desconcertada. Creo que estaba en negación.

Finalmente vino la catarsis y se abrieron las compuertas del llanto. Como cuando se está intoxicado, el cuerpo necesita expulsar, a veces violentamente, para empezar a recuperar.

Tú mismo me auxiliaste. Recurrí a recordar tantas lecciones de vida que recibí a través de ti. Primero fue el documental sobre Carl Sagan y sus mágicas palabras que te gustaba compartir: "We're made of star stuff"

Estamos conectados eternamente, nada muere, todo se transforma. Luego repasé tu compasión hacia los animales y las plantas, y sonreí. No sé de dónde sacaste un reportaje rarísimo en el que documentaban la reacción de las plantas a la conducta humana: serenidad cuando alguien les cantaba o hablaba cariñosamente, agitación cuando se acercaba la persona que les había estropeado. Cómo rayos un vegano (por razones éticas y por compasión) puede enfermar así? Solo a ti se te ha ocurrido decir que si alguna vez los humanos pudiéramos recibir todos los nutrientes en una cápsula, ese sería tu único alimento para así no herir o dañar otra vida.

Varias veces te miré y me pregunté si eras un ser extraterrestre en cuerpo humano. Jamás he conocido a alguien con tanta sensibilidad, respeto y empatía. Tanta inteligencia emocional y racional a la vez. ¡Qué gran estratega fuiste!

Hallo consuelo en saber que regaste tantas semillas. Es increíble la cantidad de personas que agradecen tu ayuda. Eras fuente inagotable de ideas geniales y las regalabas con total desprendimiento. Tantas cosas maravillosas ocurrieron en radio y televisión porque tú eras el cerebro del proyecto, pero nunca procuraste llevarte el crédito. Hiciste tanto calladamente.

Marcaste mis primeros pasos en los medios motivándome a hacer más de lo que se me pedía. Respaldaste incondicionalmente los horarios dementes, me sugerías temas y lecturas para el trabajo y me levantabas el ánimo cuando sentía que mi ejecución había sido desastrosa. Adquirí confianza en mi con tu ayuda, pues tantas veces pensé que no servía como comunicadora. Gracias por no permitirme tirar la toalla.

Me parece prematura tu partida, pero cumpliste a cabalidad tu misión. Realmente creo que hiciste mucho más de lo que se esperó de ti. Ahora tu corazón palpita en la tierra y te pienso como el protagonista de la canción de Sylvio:

"Era extraño aquel hombre, o por tal lo tomaron, porque besaba todo lo que hallaba a su paso, lo que hallaba a su paso....

...Un día, sin aviso, murió aquel hombre extraño; y muy naturalmente en tierra lo sembraron. En ese mismo instante, desde el cielo los pájaros, descubrieron que al mundo le habían nacido labios"

Descansa

Algunas de las imágenes de archivo de la trayectoria del veterano locutor Billy Fourquet.