El empresario español Miguel Blasco Carabia reveló la mañana de este viernes que temió por su vida mientras estuvo en la cárcel de Bayamón porque se corrió un rumor de que había un precio de $5,000 por su cabeza.

Al mismo tiempo, su todavía esposa, la cantautora Yaidelice Monrouzeau Marrero, conocida por el nombre artístico de Yaire, aseguró que no tiene dinero del hombre, quien enfrenta un proceso judicial por cargos de violencia de género.

“El pueblo de Puerto Rico debe desterrar de su vocabulario esa frase tan terrible: 'Te voy a meter preso'. Antes de decir eso, debería pasar una semana en esos sitios. Ha sido terrible”, afirmó el hombre 69 años a su salida del Tribunal de San Juan.

“He temido por mi vida porque se comentaba que se daban $5,000 por mí. Tuve suerte de ir al pabellón más terrible que es el A5, pero a los dos días todos me llamaban don Miguel”, agregó sobre su experiencia de vivir tras los barrotes durante casi un mes. 

Blasco Carabia también aseguró que la realidad sobre su situación económica trascenderá en el proceso judicial que enfrenta y expresó que todavía sentía amor por la mujer con quien compartió su vida durante años.

“A mi esposa la he amado. La amo y la amaré siempre porque éstas son cosas que no se borran de un plumazo”, apuntó a preguntas de la prensa.

“¿La perdona?”, inquirió un periodista.

"No tengo nada que perdonarle. Ella sabrá a quién tendrá que pedirle perdón, a mí no", respondió el hombre, quien vestía un holgado gabán de hilo azul y pantalón blanco.

“¿Volvería con ella?”, insistió el periodista.

“No”, replicó Blasco Carabia.

Acompañada por un grupo de mujeres, que incluía a una técnico del programa de Ayuda a Víctimas, Yaire salió del salón de sesiones de prisa.

“Confío en Dios y en la justicia divina”, soltó mientras caminaba hacia los ascensores del juzgado.

La mujer de 38 años negó tener dinero de su todavía esposo, quien es representado por abogados de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL) porque no tiene dinero, ni ingresos en este momento, y aseguró que la verdad de las finanzas de su matrimonio se verá en los tribunales.

Hoy debía iniciar la vista preliminar contra Blasco Carabia, pero el licenciado Augusto Sánchez Tirado, de la SAL, le informó al juez Enrique Silva Avilés, del Tribunal de San Juan, que no estaba preparado para iniciar el proceso.

Como parte de su preparación para el caso, anticipó que pediría la regrabación de la vista donde se encontró causa para el arresto de su representado.

Durante la audiencia trascendió que el licenciado Ángel Tapia, quien representa al imputado en el proceso de divorcio, radicó una moción solicitando la modificación de las condiciones de la fianza de Blasco Carabia, quien se encuentra bajo restricción domiciliaria en casa de un amigo.

En la moción, que presentó ante la jueza Nerisvel Durán Guzmán, quien le rebajó la fianza al imputado, solicitó un horario para que el imputado pueda salir de la residencia a trabajar para cumplir con sus compromisos económicos.

Los abogados y la fiscal Deborah Benzaquen Parks discutieron ese asunto brevemente ante el estrado del juez Silva Avilés, antes de convenir en una nueva fecha para el proceso judicial.

Así las cosas, la vista preliminar quedó pautada para la tarde del 13 de octubre.

Blasco Carabia enfrenta dos cargos de la Ley de Violencia Doméstica, uno de maltrato y otro de maltrato bajo la modalidad de amenaza.

Fuera de sala, el licenciado Sánchez Tirado explicó que la moción de cambio en las condiciones de la fianza podría ser atendida en una vista o la jueza podría emitir su decisión por escrito.

Blasco Carabia estuvo sumariado del 5 al 31 de agosto porque no tenía los recursos para pagar la fianza de $25,000 por cada cargo sin derecho al pago del 10%, que le impuso la jueza Karen Álvarez al determinar causa para su arresto.

Ese hombre fue arrestado luego de que su esposa presentó una querella por violencia doméstica en la que expuso que el empresario la había amenazado de muerte.

La artista alegó que el productor supuestamente comenzó un patrón de maltrato en medio del proceso de divorcio que se agudizó después de que Blasco Carabia intentara cambiar la cerradura del nuevo restaurante de la pareja en Isla Verde. 

Sin embargo, el licenciado Tapia aseguró que la artista no alegó maltrato en la demanda de divorcio que se radicó bajo la causal de ruptura irreparable en julio pasado.

La pareja contrajo matrimonio en el 2013, después de sostener una relación de 10 años, periodo en el que procrearon un hijo que al presente tiene siete años. La pareja radicó varios años en España antes de establecerse en Puerto Rico.