La separación matrimonial de Jennifer López y Marc Anthony sigue sacando a flote todo tipo de informaciones relacionadas con la que hasta hace poco era considerada una de las parejas más estables y admiradas en el mundo del entretenimiento internacional.

Ejemplo de esto son los datos publicados en el número más reciente de la revista estadounidense Star que apuntan a la controversia nacida entre la pareja, casi desde el inicio de su matrimonio, a causa de la mansión que Marc Anthony posee en el exclusivo sector de Brookville, en Long Island, Nueva York.

De acuerdo con la columnista de Star, Victoria Gotti, esta propiedad fue adquirida por el cantante junto con su entonces flamante esposa Dayanara Torres en el 2000, para que fuera su hogar. De hecho fue allí donde una vez la pareja recibió a la revista Vanity Fair cuando su matrimonio estaba en su mejor momento.

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Pero eso no duró mucho y, cuando Marc se casó con Jennifer López en 2004, quiso vender la mansión de Brookville, sólo que sus asesores le indicaron que esto lo arruinaría, tomando en cuenta el difícil escenario que desde entonces vivían los bienes raíces en Estados Unidos.

Por lo tanto, según Gotti, Jennifer López aceptó vivir en el que fuera el hogar de la ex Miss Universe boricua, claro que con la condición de que la remodelaría, completamente a su gusto, con la idea de borrar todo vestigio de lo que fuera la vida en familia del matrimonio Muñiz-Torres.

La mansión quedó regia, pero la transformación aumentó aún más su valor, haciéndola todavía más difícil de vender.

Ahora que Jennifer abandonó el inmueble, pues no le interesa nada del mismo, Marc no sabe qué hacer con la propiedad que, aseguran, el propio artista ha descrito como “maldita”, pues en su interior ha vivido la ruptura de sus dos matrimonios.

El otro lado de la moneda

Sin embargo, parte de esta información contrasta con la que se desprende de la publicación de bienes raíces de Long Island, Real LI, que en 2009 reportó cuando Marc Anthony y Jennifer López adquirieron una mansión en Brookville, descrita como “de estilo colonial” con cinco dormitorios y cuatro baños y medio, localizada justo al lado de otra residencia que Marc Anthony adquirió en el 2000”.

Este dato apunta a que la residencia que se alega Jennifer López remodeló y luego abandonó no fue la que habitó Marc Anthony con Dayanara Torres, sino la propiedad vecina.

De hecho, todo apunta a que la cantante y actriz todavía no se ha mudado completamente de la “mansión maldita”, puesto que esta semana tanto López como Marc fueron vistos juntos en Long Island, donde se reencontraron para que el cantante viera a sus hijos.

De acuerdo con Real LI, Marc y Jennifer compraron la residencia el 19 de diciembre de 2009 a un costo de 2.05 millones de dólares.

La publicación estimó el valor de la residencia que Marc compró en Brookville en el 2000, año en el que se casó con Dayanara, en 3.7 millones de dólares y añadió que ésta fue habitada por la mamá de Jennifer López, quien se mudó cerca del ahora disuelto matromonio para cuidar a los gemelos Max y Emme.

Ahora cabe preguntar. ¿Qué hará Marc Anthony con dos “mansiones malditas”?