Kate del Castillo

La actriz mexicana estuvo en el ojo del huracán luego de darse a conocer la relación cercana que tenía con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, a quien visitó y entrevistó mientras se encontraba prófugo de la justicia mexicana. Fueron muy sonados los mensajes de WhatsApp que ella y El Chapo se enviaron de manera previa a la entrevista. La actriz fue citada por las autoridades para declarar sobre su vínculo con el narcotraficante y la presunta inversión que éste habría hecho en las empresas de Del Castillo.

Margot Robbie

Con más de una docena de títulos entre cine y televisión, la joven actriz saltó al escaparate mundial por su papel de la villana Harley Quinn en la película de Suicide Squad, que sencillamente se robó con su caracterización. Fue tal el impacto de la rubia que la pasada Noche de Brujas, el suyo fue quizás el disfraz femenino más replicado. Y como si fuera poco, este año tendrá su propia película, Gotham City Sirens, en la que conoceremos más de la historia de este personaje.

Hillary Clinton

 La excandidata presidencial estuvo muy cerca de convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos; sin embargo, las elecciones del 8 de noviembre le cdieron el triunfo a Donald Trump. Hillary no tuvo miedo al evidenciar las conductas racistas y misóginas de Donald Trump y se ganó el apoyo de millones de mujeres, incluyendo el de la ex Miss Universo Alicia Machado, quien habría sufrido por los comentarios de Trump.

Marion Cotillard

 La actriz francesa fue noticia por el estreno de la película Allied junto a Brad Pitt, aunque también estuvo en el centro de los reflectores por el rumor que la vinculó sentimentalmente con el actor y como una de las posibles causas de su separación de Angelina Jolie.

Melania Trump

 La esposa del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en uno de los temas más buscados luego de su discurso en la Convención Nacional Republicana en Cleveland, Ohio. Sus palabras tenían una similitud muy grande con un discurso que Michelle Obama había pronunciado ocho años antes. Días más tarde se comprobaría que el discurso había sido plagiado, pero la futura primera dama de Estados Unidos no había tenido nada que ver con esta situación.