Mientras Lizzo abogaba por el amor propio, la inclusión y la justicia social en los escenarios, una diseñadora de moda asegura, tras bambalinas, la artista estadounidense mantenía un ambiente que promovía el bullying, acoso sexual y la hostilidad.

La modista Asha Daniels, quien se ha encargado de confeccionar la vestimenta de la intérprete de “Juice”, hizo esta alegación en una demanda que radicó ayer, miércoles en la Corte Superior de Los Ángeles junto a otras tres bailarinas, contra la cantante y su empresa Big Grrrl Big Touring Inc., su directora de vestuario Amanda Nomura y la administradora de conciertos Carlina Gugliotta.

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Según la demanda, que reveló la cadena de noticias NBC News, Daniels, quien fue contratada en septiembre del año pasado, expuso que Nomura realizó expresiones estereotípicas sobre mujeres negras, refiriéndose a las demandadas como “gordas”, “inútiles” y “tontas”, así como obligarlas a cambiarse de ropa frente a un equipo de producción compuesto mayormente por hombres blancos que se “quedarían embobados” al verlas.

Según la diseñadora, ella fue despedida luego que se quejara sobre la conducta de Nomura ante la estrella.

“Yo sentía que estaba viviendo en una casa de locos”, expresó la diseñadora en entrevista previa a presentar el recurso legal, al señalar cómo escuchaba “a esta mujer negra en este escenario inmenso emitir este mensaje de amor propio, cuidar de los otros, ser empático, ser fuerte y defender a los demás... mientras que yo, al igual que las bailarinas, las coristas y mi equipo local fuimos hostigadas y acosadas regularmente en todas las ciudades”.

Por su parte, Ron Zambrano, abogado de Daniels y las otras partes demandantes, aseguró que la voz detrás de “Truth Hurts” ha generado un “ambiente sexualizado y racialmente cargado en sus giras donde su equipo administrativo parece apoyar esas conductas, por lo que no se toman cartas en el asunto”.

Anteriormente, Lizzo ha manifestado que aún cuando ha tenido que tomar decisiones difíciles, “nunca ha sido su intención hacer a quien sea sentirse incómodo o que no se sientan valorados como una parte importante de nuestro equipo”, al tiempo que catalogó las denuncias de las bailarinas que la demandaron en agosto como “historias sensacionalizadas que son falsas y escandalosas”.