Sonriente, feliz y agradecido del masivo apoyo del pueblo, llegó Raymond Arrieta a su primera parada de su segundo día de Da vida caminando con Raymond. Este llegó a la Escuela Adela Brenes Texidor de Guayama acompañado de cientos de caminantes.

Allí, en el salón de teatro junto a su equipo pudo descansar e ingerir algunas frutas.

Mientras algunos presentes pedían tomarse "selfies" con el animador, sus médicos le revisaban los pies y le preguntaban si tenía alguna dolencia en el cuerpo.

“Me siento contento con el respaldo y cariño de la gente”, comentó el comediante.

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Recordó que la travesía fue fuerte porque la distancia desde Salinas hacia Guayama fue extenso y con muy poca sombra.

“Yo voy a seguir pase lo que pase”, comentó Arrieta mientras pedía que le revisaran un rash en los muslos causado por el intenso calor.

Sobre la caminata, sostuvo que aunque han pensado fusionar los pueblos, asegura que no se puede hacer porque “cada pueblo tiene su historia”.

Por otro lado, personas como Pilar Rosario de Cayey dijo que ha acompañado a Raymond en sus seis caminatas.

La mujer de 70 años mencionó que hizo ejercicios como preparación y que le da ánimos su familia que la acompañan siempre.

“Nosotros caminamos pero el dolor que sentimos no se compara con el que sienten los pacientes de cáncer”, manifestó la mujer antes de continuar hasta la meta.

Otra que se unió fue Wilma Ivette Báez, quien viajó desde Yabucoa a participar en si cuarta caminata.

“Soy sobreviviente de cáncer tres veces y camino por los que han perdido la batalla”, expresó la mujer.

Durante el trayecto hacia Arroyo personas buscaron su mejor espacio ver y darle ánimos a Raymond. Para muchos ni el calor ni el tiempo les quita el deseo de hacer su aportación al Hospital Oncológico.