Hay dos canciones en la historia musical de Ricky Martin que lo catapultaron como una de las voces latinas de mayor trascendencia internacional: La copa de la vida y Livin’ la vida loca.

Pero la segunda fue resultado del impacto inmediato que tuvo el tema producido por Draco Rosa y Desmond Child tras ser escogido entre 200 títulos como la canción oficial de la Copa Mundial de Fútbol (FIFA) en 1998 y llegar al tope de las listas de preferencia a nivel global.

Hoy, 20 después de aquel momento en que el astro boricua del pop se presentó en el magno evento futbolístico en Francia, el tema que celebra la persistencia humana continúa siendo uno de los favoritos del repertorio del artista, pero también en el contexto de la fanaticada del evento al recoger la pasión y el espíritu competitivo de la Copa Mundial.

 Comentarios como “La mejor canción de la Copa Mundial de todos los tiempos”, “La mejor canción de fútbol de la historia” y “Soy fan de Shakira, pero ni ella ni nadie ha logrado superar esta canción”, acompañan los vídeos en la red YouTube que reviven la presentación del tema en Francia.

Actualmente sobrepasa los 200 millones de reproducciones o streaming digitales, una tecnología que apenas florecía para la fecha del estreno.

Ángelo Medina, exmanejador artístico de Ricky Martin, reconoce La copa de la vida, no solo como la canción que cambió el rumbo de la carrera del artista, sino para la música en español a nivel mundial.

“Esa canción cambió el rumbo de la música en español en general. De ahí vinieron Enrique Iglesias, Marc Anthony, Shakira...”, resaltó el exproductor.

Martin llegó a Europa con el tema María, con el que logró conquistar el mercado de Francia. En medio de ese éxito repentino, un ejecutivo de la discográfica Sony se deslumbró con el puertorriqueño en ascenso y lo propuso para entrar en el sorteo para la canción oficial de la Copa Mundial de 1998.

“Me dieron 48 horas y Draco se metió con Desmond Child, que iba a hacer el disco en inglés, y de una forma mágica logró la canción”, compartió Medina de aquel momento que los colocó en una carrera que se extendió por años.

“Nos dijeron que había sido seleccionada entre 200 canciones y fue la canción que le abrió el camino en muchos sitios en Europa y Asia. María había abierto la puerta, pero La copa de la vida fue la que lo catapultó a otro nivel”.

Un año más tarde, en 1999, Martin debutó en el prestigioso escenario de los Grammy anglosajones interpretando una vez más La copa de la vida. Fue una presentación parapelos, no solo por la vibrante y llamativa producción, sino porque representó la entrada oficial de la música en español al más importante evento de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación. Fue, sin duda, uno de los crossover de mayor proyección en la industria.

 Aquella noche en el Shrine Auditorium en Los Ángeles, el intérprete obtuvo su primer Grammy anglosajón a la Mejor Grabación Pop Latina por Vuelve, producción que incluyó en el repertorio la composición de Draco Rosa y Desmond Child.

“Esa noche del Grammy salíamos para el Festival San Remo (Italia), pero se nos acercó Tommy Mottola (magnate discográfico) y le dijo ‘Welcome to the big leagues’”, recordó el exmanejador. Madonna fue otra personalidad que no pudo contenerse a la energía que desbordó el boricua en el escenario y una vez lo vio tras bastidores, se acercó a felicitarlo.

La copa de la vida “fue una canción que movió millones de dólares” por todo lo que generó después en ventas, presentaciones y proyección del artista, puntualizó Medina sin precisar una cifra, pues es un tema que aún sigue vigente.